Para recordar esas ausencias, madres en busca de sus hijos desaparecidos en el país ocupan la principal avenida de la Ciudad de México y uno de su monumentos, Reforma y el Ángel de la Independencia, como lo han hecho desde hace 12 años, cada vez con mayor participación de familiares de víctimas.
Fecha de celebración para millones de madres, el 10 de mayo es para aquellas que tienen hijas o hijos desaparecidos en México, un día para visibilizar ante la sociedad que faltan 112 mil 210 personas, según cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO)
Para recordar esas ausencias, madres en busca de sus hijos desaparecidos en el país ocupan la principal avenida de la Ciudad de México y uno de su monumentos, Reforma y el Ángel de la Independencia, como lo han hecho desde hace 12 años, cada vez con mayor participación de familiares de víctimas.
Blanca Areli Gómez, viajó en la víspera desde El Salvador para participar en la movilización que busca recordar que la tragedia de desapariciones masivas que trajo la “guerra contra el narcotráfico” iniciada por Felipe Calderón, continúa en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador
«Me preguntaban mis familiares antes de venir ‘¿Por qué quieres ir a México el Día de las Madres si no vas a estar con tus hijos, si vas a estar triste?’ Yo les decía que con mis hijos paso todo el año, pero como madre buscadora es bonito sentirse acompañada de otras madres que como yo sentimos el mismo dolor, y me siento más cerca de mi hijo y hijo que desapareció en México, me siento más cerca”, confía Blanca, quien busca a su hijo Luis Alberto Melgar, desaparecido en abril de 2010 cuando intentaba llegar a Estados Unidos a través de un coyote.
Blanca Areli Gómez pertenece al Comité de Familiares de Migrantes Fallecidos y Desaparecidos (Cofamide) de El Salvador, y dice representar a miles de madres centroamericanas con hijos desaparecidos en México sin que hayan tenido respuesta de las autoridades sobre su paradero, por eso ella como muchas más, se ha convertido en activista y buscadora.
“Cuando venimos a las caravanas no importa el sacrificio que una madre haga, es poner algo de mi parte para hacer algo porque los gobiernos no hacen, es una alegría escuchar que alguien encontró un familiar, para nosotros todos los desaparecidos son nuestros hijos solo nosotros nos entendemos el dolor tan grande que es tener un hijo desaparecido”, apunta.
Sobre su participación en la marcha de este 10 de mayo en la Ciudad de México, puntualiza que la exigencia es sólo una: “Hagan algo para parar esta situación, creemos que tenemos que combatir la impunidad, por ahí hay que empezar par que esto cambie”.
Adriana Moreno, es otra madre que viajó a la Ciudad de México desde el norte del país para sumarse a la movilización en la que cada año participa, desde que hace 12 años las madres con hijos desaparecidos en Coahuila, decidieron irrumpir en la escena del corazón del país, impulsadas por el obispo Raúl Vera López.
Adriana busca a su hijo Adrián Rodríguez, quien desapareció hace 14 años en Francisco I. Madero, Coahuila, y es integrante de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila (Fundec).
“Como madres de hijos desaparecidos, este día nos fortalecemos con este abrazo que sólo nosotras podemos darnos, porque estamos unidas por el mismo dolor por la misma tragedia”, explica Adriana al recordar que en 2009 las mujeres del norte del país decidieron irrumpir en el escenario nacional ante “la omisión y poco interés en buscar a desaparecidos”.
Apunta: “Buscándolos nos encontramos en fiscalías en semefos, en hospitales y poco a poco con esos encuentros nos fuimos abrazando y nos organizamos dentro de la Diócesis (de Saltillo), donde el obispo Raúl Vera nos abrazó, para exigir atención a ese nuevo fenómeno derivado de la guerra entre carteles y fuerzas armadas”.
Moreno reconoce que en su búsqueda, las mujeres organizadas han logrado cambios estructurales, como la creación de leyes, instituciones, la vista de organismos internacionales, pero la situación no cambia.
“A pesar de todo lo que hemos hecho, no hemos logrado recuperar a nuestros tesoros amados. Indolencia, revictimización, la falta de coordinación entre instituciones, la deficiencia en materia de búsqueda, la simulación, todo sigue igual”, lamenta.
Blanca y Adriana, participaron en un conversatorio en víspera de la marcha del 10 de mayo que parte del Monumento a la Madre al Ángel de la Independencia.
Ambas reconocieron a madres que murieron en la búsqueda de sus hijos, ya sea por enfermedades o bien cegadas por balas asesinas.
En el conversatorio, que fue moderado por Michael Chamberlain de Consultora Solidaria, el obispo emérito Raúl Vera López, hizo un homenaje a las madres buscadoras que se mantienen fieles en la búsqueda de sus familiares y que consideró “son un ejemplo a seguir para México”.
Este año, como desde hace 12, Vera López estará a la cabeza de la marcha de familias de desaparecidos, el sitio, donde dice, “debo estar, al lado de los que sufren y exigen justicia”.
Con información de: Proceso