Este lunes sesiona la Comisión de Justicia Partidaria del PRI para analizar varios expedientes (no sólo el de Javier Duarte de Ochoa) y en esa medida se sabrá que ruta tendrá la sanción a la que se podría hacer acreedor el gobernante Veracruzano.
Se ha desatado una serie de especulaciones y hay quienes creen que este mismo lunes 26 de septiembre, Duarte de Ochoa será expulsado del Revolucionario Institucional. Pareciera que no será así. Al menos este lunes iniciaría el proceso de expulsión.
Ya lo dijo al diario Reforma el senador Arturo Zamora, integrante de ese órgano jurisdiccional: el partido podría aplicar una serie de sanciones escalonadas contra el mandatario jarocho.
De acuerdo con Zamora, éste podría ser apenas el primer paso para actuar en el caso de Veracruz.
Entrevistado en Jalisco, el integrante de la dirigencia nacional del PRI reconoció que, para poder expulsar al Gobernador, será necesario otorgarle derecho de audiencia. “Puede darse incluso en diferentes momentos. Puede haber uno en donde se establezca la suspensión de derechos y otro en el que se establezca la pérdida de la militancia o la expulsión, entonces puede darse de manera escalonada”, señaló.
“Para el caso de la expulsión, que pudiéramos decir que es la sanción más grave, ahí necesariamente se tiene que dar el derecho de audiencia”.
Por supuesto que hay otras voces que creen que hay razones de peso para expulsar de manera casi automática a Javier Duarte. Una de estas voces es la del senador Héctor Yunes Landa quien acusó a Javier Duarte, de haber apoyado a otro partido político en las elecciones del pasado 5 de junio, lo que es considerado –dijo– como causal directa de expulsión de acuerdo con el Código Nacional de Justicia Partidaria.
En un pronunciamiento, el también presidente de la Comisión Anticorrupción del Senado aseguró que la salida de Duarte de las filas del tricolor será como un trámite para formalizar su situación, ya que en los hechos operó contra el PRI y su candidato.
“A las graves acusaciones que pesan sobre su persona, se suma el hecho que, durante la campaña electoral de este año, fue evidente su inclinación por impulsar la votación a favor de otro partido político y consecuentemente de otro candidato al Gobierno del Estado.
“Por lo que su expulsión significaría, simple y llanamente, regularizar su nueva afinidad política”, aseveró.
Yunes Landa no reveló el nombre del partido o candidato antagónico que apoyó Duarte, pero, durante su campaña, acusó al mandatario local de impulsar el proyecto de Morena, encabezado por Cuitláhuac García.
El artículo 148 del Código Nacional de Justicia Partidaria del PRI establece 11 causales de expulsión, entre las que se encuentra el solidarizarse con la acción política de partidos o asociaciones políticas antagónicas al tricolor o promover y apoyar actos de proselitismo de candidatos de otros partidos.
Y aunque Yunes Landa no lo mencionó, hay otra causal de sanción que en un principio pretendieron aplicarle a Duarte, y que es la que contempla la fracción décima del mismo artículo 148 del referido Código, y que hace referencia a “Cometer faltas de probidad o delitos en el ejercicio de las funciones públicas que se tengan encomendadas”.
Pero como fuere, en ambas causales la Comisión de Justicia Partidaria deberá tener las pruebas fehacientes para expulsar al gobernante veracruzano.
O al menos que este lunes los integrantes de dicha comisión traten de aprobar un dictamen “por obvia resolución” o “fast track”.
Mientras tanto, pareciera que desde el Altiplano, le dieron un “apretón” a Duarte, pues tras la fallida rebelión de algunos legisladores que respaldan a Javier, éste tuiteó: “acataré sin reservas lo que mi partido determine”.
Si este lunes se ajustician a Duarte, se aplicaría ese viejo dicho popular de que “mal empieza la semana para quien ahorcan en lunes”.
En la víspera de las expulsiones,
golpean a Ochoa con filtraciones
Y por cierto, el dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional, Enrique Ochoa Reza, en un video que difundió a través de su cuenta de Twitter manifestó que cuatro medios de comunicación recibieron “documentos filtrados que intentan cuestionar el pago de mi finiquito, tras separarme de la Dirección General de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Lo hacen justo un día antes de que la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI sesione para revisar la actuación de diversos militantes del partido señalados por actos de corrupción”.
En el video afirmó que “inicié una lucha frontal contra la corrupción y la impunidad en todo el país, sabiendo que esta tarea no sería fácil. Sé que muchos intereses de por medio estamos afectando y a muchos políticos que van a intentar detenernos. Aquí estoy y les digo de frente: el que nada debe, nada teme”.
Asimismo, comentó que “desde el primer día que rendí protesta como presidente nacional del PRI me comprometí a presentar mi declaración 3 de 3. Ahí pueden revisar mi patrimonio con toda claridad, pero sobre todo, cualquier ciudadano puede consultar cuánto gané como funcionario público y mis pagos de impuestos. Para mí, la transparencia es un proceso natural con el que convivo a diario y en el que estoy dispuesto a seguir defendiéndolo por el bien del país”.
Igualmente, expuso: “Lo he dicho en otras ocasiones y hoy lo reitero: México tiene que cambiar. En política no hay casualidades. Cuatro medios de comunicación simultáneamente recibieron documentos filtrados que intentan cuestionar el pago de mi finiquito, tras separarme de la Dirección General de la Comisión Federal de Electricidad. Lo hacen justo un día antes de que la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI sesione para revisar la actuación de diversos militantes del partido señalados por actos de corrupción”.
¿Quién de los «ajusticiables» mandó ese obús? Ya se sabrá. Pero si a Ochoa le siguen sacando más trapitos al sol, quedará anulado como Zar anticorrupción de su propio partido. Eso es lo malo de los priistas: que muy pocos tienen calidad moral para señalar la paja en el ojo ajeno.