Máquina vieja, de fábrica a un adorno entre la naturaleza en San Andrés Tuxtla

Máquina vieja, de fábrica a un adorno entre la naturaleza en San Andrés Tuxtla

Desde tiempos inmemoriales, en la zona agrícola «El Cebollal» y el camino viejo a Montepío fue construido un edificio en 1840 para la fábrica de tejidos, ya que ahí se cultivaba el algodón blanco y amarillo. Esta visión industrial fue de los señores: Honorato de Villa García, Mariano Pasquel, José Oliver, Procopio de la Cabada y otros más que se animaron a formar una sociedad mercantil que se llamaría: “Compañía de hilados y tejidos de San Andrés».

Cada socio en ese entonces puso la cantidad de 15 mil pesos empleándose en la construcción del edificio y compra de la maquinaria.

A pesar de lo escabroso del terreno todo el herraje de la maquinaria fue introducido por Montepío y montado de manera inmediata. Comentan los lugareños que, ese lugar había sido elegido por la caída de agua de la loma de Nexteta que forma el arroyo de Ahuexcamal al norte de esta población.

Desafortunadamente esta fábrica sólo pudo hacer hilazas ya que era imposible competir con las factorías de Orizaba y Puebla que tenían posición ventajosa, pues dominaban los mercados y las vías de acceso de comunicación.

Debido a las circunstancias señaladas, está fábrica sólo pudo trabajar 18 años, suspendiendo sus funciones en 1958 y aunque la empresa hizo el intento de trasladarla a otro lugar más apropiado, solo se pudo desmontar la máquina porque la guerra civil que azotaba en todas partes, impedía continuar fomentando el negocio y finalmente se quedó abandonado el herraje, que fue aprovechado por los vendedores de fierro  viejo.1)

De 1840 a la fecha aún siguen de pie algunas paredes y parte de la fachada de frente, adornada por verdes enredaderas que crecen de manera abundante, como testigos mudos de aquel sueño que se tuvo porque San Andrés Tuxtla, Veracruz, tuviera una fuente de empleos para sus habitantes.

En estos tiempos de calor, algunas personas acuden en temporada vacacional a disfrutar de las pozas de agua, aprovechan para comprar cebollitas moradas, pensamientos y mariquitas (flores pequeñas de hermosos colores)

Y cada año los buzos y espeleólogos de National Geographic, realizan sus expediciones por esta zona para llevarse información valiosa sobre la supervivencia de la vida natural.

Y a sus 180 años, se observa el cascarón de lo que continúa llamándose «La máquina vieja» en San Andrés Tuxtla.

1)Medel y Álvarado León/primer volumen de la Historia de San Andrés Tuxtla, Veracruz.

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