Estoy a las carcajadas al lado de la Mujer, el Sobri-hijo y la suegra viendo la película “Mascotas”, cuando me entra un mensaje… por curiosidad, leo las primeras líneas: “Acusan de robo de auto a Sergio Rodríguez Cortés”.
Lo primero que me viene a la mente es que fue el número uno en la lista de “pluris” del PRD para esta próxima legislatura a conformarse el cinco de noviembre… ¡Qué pinche perrote! En verdad, qué pinche perrote tan gandalla, es lo primero que pienso cuando veo a un enorme can lanudo en la película, que no sólo le quita su cama a Max, sino también su alimento…
A media función, cuando les dan a los chavos un espacio para ir a jugar a un tobogán, aprovecho para leer la nota que dice que Sergio Rodríguez se “robó” una camioneta Dodge tipo Charger RT modelo 2006, valorada en 200 mil pesos, de la cual se apoderó desde hace 7 años.
Empieza la función… la del cine… no la del ataque contra el perredista. Por cierto, la información refiere que la denuncia quedó asentada en la investigación número UIPJ-1/DXI/7º/2923/23016, ante el fiscal del Distrito XI de la Unidad Integral de Procuración de Justicia número 1 contra “Sergio Cortés Rodríguez” que no Sergio Rodríguez Cortés. Debo apostar que es un error común entre los reporteros y columnistas (me incluyo) el alterar por las prisas o por dislexia, algunas veces los nombres. Aunque si así fue asentado en la denuncia, dudo que cuando lo llamen a declarar, se presente, porque sencillamente podrá decir: “Ése no soy yo”.
¡Méndiga rata! Es casi imperceptible, pero sí se ve… es una rata de gran tamaño entre tanta alimaña, pero ahí está. Es curioso, pero a pesar de que están entre alcantarillas, se ven más gatos… hablo de la película, aunque hay que citar que de cierto modo, el PRD fue considerado antes de la alianza con el PAN, como el “micifuz” del PRI.
En el cuerpo de la nota cita algo más interesante: el denunciante (omiten su nombre) dice que desde el 2009, Sergio Rodríguez Cortés (ya lo escriben bien) le dio en pago una Dodge tipo Charger RT modelo 2006, de la cual “le endosó la factura correspondiente, pero pasó el tiempo y pese a sus requerimientos, jamás le entregó la unidad automotriz”.
Sin ser abogado del Diablo, no veo que Sergio Rodríguez Cortés se haya robado algo… a lo más, veo algo clásico en nuestros políticos o en los vividores: un abuso de confianza.
Y es que la confianza no se gana tan fácilmente… cómo creerle a un depredador, uñas largas, asesino natural como es… no, no hablo de Sergio, sino de Tiberius, el halcón que usa Gidget para buscar a Max…
Sergio Rodríguez Cortés ha sido señalado casi por todo, menos por su espíritu democrático. Por ejemplo, cuando fue dirigente estatal del PRD, a nivel nacional, era de los presidentes de partido que ganaba más: $50 mil mensuales. También por allí se recuerda que junto con Rogelio Franco Castán fueron señalados de intento de extorsión por regidores perredistas, a quienes le pedían a cambio de conservar su cargo edilicio, casi medio millón de pesos.
¡Qué animales! En verdad que son unos animales… ¡hay de todo! ¡Falderos! ¡de rapiña! ¡rastreros! ¡depredadores! Sí, en verdad me gustaría decir que hablo de ciertos políticos, pero también hablo de la película “Mascotas”… si tienen hijos pequeños, tienen que llevarlos porque de cierto modo enseña la película qué tan cruel puede ser una persona abandonando a un animalito.
Aunque saben cuál fue la parte que más me gustó de esta matiné… uno de los cortos de la película “Cigüeñas”, que curiosamente, me recuerda mucho a nuestros políticos y vea porqué:
Una cigüeña trajeada hace una pregunta a su subalterno:
–¿Sabes por qué construí la oficina con vidrios aunque las aves no puedan verlo?
–No tengo idea…– le responde, y en ese momento, sobre los cristales se estrellan varias cigüeñas a la vez que responde la trajeada…
–Por poder…
¿A poco no a veces así actúan nuestros políticos… por poder?