Durante cinco sexenios, Romero Deschamps manejó a su antojo al sindicato de Pemex y lo puso al servicio de la Presidencia mientras él adquiría privilegios que ningún otro agremiado hubiera podido conseguir.
El exlíder sindical y extrabajador de Pemex, Carlos Antonio Romero Deschamps, falleció este jueves a los 79 años de edad.
Durante cinco sexenios, Romero Deschamps puso al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) a disposición de los gobiernos del PRI y del PAN y en 2018 le ofreció todo su apoyo al candidato presidencial priista, José Antonio Meade.
Pero la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República marcó el fin de su era.
El 16 de octubre de 2019 renunció como secretario general del STPRM y el 16 de marzo de 2021, dos días antes del 18 de marzo, Día de la Expropiación Petrolera, dimitió como trabajador activo petrolero.
Aunque dejó de ser dirigente sindical, no dejó la empresa porque se jubiló, y como trabajador, tras renunciar a la secretaría general, le dieron un amplio periodo vacacional desde diciembre de 2019 hasta el 27 de julio de 2024, según documentos internos de Pemex (Proceso 2307).
Si bien Romero Deschamps se jubiló “voluntariamente”, no dejó del todo la vida sindical petrolera y tampoco quedó exento de que la justicia lo alcanzara por la larga lista de demandas en su contra por enriquecimiento inexplicable y fraude, dos de ellas ante la Fiscalía General de la República (FGR).
Carlos Romero Deschamps fue uno de los arquetipos del sindicalismo charro y corrupto de México: priista desde 1961, también fue tres veces diputado federal y senador durante todo el sexenio de Enrique Peña Nieto, entre 2012 y 2018.
La UIF descubrió –y denunció– que, de 2015 a 2018, el grupo parlamentario del PRI entregó 66 cheques a Romero Deschamps, por 10 millones 184 mil pesos.
En la denuncia de la UIF aparecen 12 personas del entorno familiar del líder petrolero y cuatro empresas: están él, su esposa Blanca Rosa Durán Limas, sus hijos Alejandro, Paulina y José Carlos Romero Durán, su hermana María Esther Romero Deschamps, sus cuñados María Guadalupe y Álvaro Durán Limas, su sobrina Ana Luisa Aguinaco Romero, su nuera María Fernanda Ocejo Garrido y su yerno Juan Carlos Rentería Covarrubias.
Según, la UIF, Romero Deschamps y sus cómplices “pusieron en marcha una elaborada mecánica destinada a introducir recursos procedencia ilícita al Sistema Financiero de nuestro país, con la finalidad de ocultar el origen y destino final de los mismos”; esta mecánica implicó transferencias de “altas cantidades” de dinero entre sí –ya sea a nivel nacional e internacional–, y tuvieron irregularidades fiscales.
Aparte, la UIF observó que, cuando abrieron sus cuentas bancarias la Blanca Rosa Durán Limas y José Carlos Romero Durán –esposa e hija del líder sindical—informaron que se dedicaban a los «quehaceres del hogar», lo que no correspondía con los montos millonarios que recibieron de empresas e integrantes de la red.
“Las operaciones que CARLOS ANTONIO ROMERO DESCHAMPS (sic) realizó con sus familiares no tienen un origen lógico ni un perfil transaccional económico, lo que desde luego revela muy posiblemente una triangulación de recursos entre el líder sindical y sus familiares, con fa única finalidad de ocultar el origen de los recursos”, planteó la dependencia.
La UIF tenía en el radar a varias empresas, como Aeromonky, Aeromonky Services, Odis Asversa, y las empresas de Estados Unidos, BC Properties V5 LLC y Three Star Corporation o Pame R&B Asociados, que relacionó con Alejandro Romero Durán. Una revisión de las actas corporativas de estas sociedades muestra que Romero Durán ha sido socio de estas empresas, excepto de Aeromonky y de Pame R&B Asociados.
En la denuncia de la UIF tampoco aparecen otras empresas de la red familiar de Romero Deschamps que encontraron los medios participantes en esta investigación, entre ellas cuatro empresas mexicanas –en Salamanca y Tula, Hidalgo–, cuatro compañías de Estados Unidos –Cablalepa Star LLC, Alerom Stars LLC, Monkyair LLC, Threepolarbears LLC– y una en Panamá, llamada Portal Versalles 49A.
La denuncia señaló que, el 17 de diciembre de 2015, Romero Deschamps vendió un inmueble por 5 millones de pesos a sus nietos Carlos y Blanca Romero Abarca, hijos de Romero Durán.
Arrastrando su negro historial de corrupción, nepotismo y autoritarismo en el sindicato –las evidentes operaciones de desvíos de dinero de los trabajadores de Pemex– Romero Deschamps fue empujado a la salida por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que le abrió 12 carpetas de investigación abiertas desde que asumió el poder, en 2018; casi todas estas carpetas se referían a delitos de enriquecimiento ilícito.
En el marco de estas investigaciones, Carlos Romero Deschamps, su esposa Blanca Rosas Durán Limas y su hija Paulina Romero Durán presentaron, por separado, amparos contra órdenes de aprehensión o contra el congelamiento de cuentas.
En su respuesta a una solicitud de información realizada por El País, fechada en diciembre de 2020, la FGR indicó que solo quedaban tres carpetas “en trámite”.
Andrea Cárdenas (Quinto Elemento Lab), Zorayda Gallegos (El País), Claudia Ocaranza y Peniley Ramírez (Univisión) participaron en la elaboración de este reportaje.
Con información de: Proceso