Dos hermanos de la víctima también se envenenaron y uno de ellos permanece en estado grave luego de un trasplante de hígado.
Alí, un niño afgano de 5 años que había sido evacuado de Kabul junto con su familia, murió en Polonia tras comer hongos venenosos que recogió en las cercanías de un centro de refugiados ubicado en las inmediaciones de la capital, Varsovia. Su hermano Mustafá, de 6, permanece internado en estado grave.
La familia llegó a Polonia el 23 de agosto y poco después se produjo la ingesta de los hongos que utilizaron para hacer una sopa. Cuando comenzaron a sentir malestar fueron trasladados desde la localidad Podkowa Lesna, cercana a Varsovia, a un centro de salud infantil en la capital del país.
Autoridades del centro de salud confirmaron este jueves 2 de septiembre el deceso de Alí, quien días atrás había sufrido muerte cerebral. En ese momento, los médicos expresaron que había sufrido «daño cerebral irreversible».
Por su parte, Mustafá fue sometido a un trasplante de hígado y, aunque la cirugía fue exitosa, su estado es sumamente grave. «El hígado trasplantado está funcionando correctamente, pero en las últimas 24 horas hemos observado un aumento de los síntomas de daño severo en el sistema nervioso central. El pronóstico de supervivencia en el niño es desfavorable», afirmó Marek Migdal, director del hospital.
Por su parte, su hermana, de 17 años, también intoxicada con los hongos, presentó una mejoría en su estado de salud y fue dada de alta.
Este no es el único caso de evacuados afganos intoxicados con hongos venenosos en Polonia, ya que un hombre fue víctima de un hecho similar en otro centro para refugiados cercano a Varsovia.
FUENTE/ RT