No hay derrota.

No hay derrota.


Lo que yo pienso.
Juan Javier Gómez Cazarín.

Ayer vi por televisión el partido del Estadio Nemesio Díez, en Toluca.

Como americanista que siempre he sido, tenía muchas ganas de que mi equipo ganara y fuera tetracampeón, pero no pasó. Eso, seguramente, ya lo saben ustedes.

Creo que parte de ser americanista es aceptar que no se puede ganar siempre. Y que, además, ese hecho no nos disminuye ni un milímetro. Una jornada no nos achica y no hace menos a nuestro equipo. No nos quita los triunfos anteriores ni empaña el orgullo que sentimos por su camiseta.

Un penalti inexistente y dos miligramos de mala suerte evitaron que ganáramos ayer, pero nosotros sabemos quienes somos. Somos tricampeones. Somos el mejor equipo de México. Y el mejor equipo de México tiene la mejor afición de México.

En el fondo: no hay derrota.

La pasión con la que se jugó ayer en la cancha del Nemesio Díez no es la de unos derrotados, sino de triunfadores.

El triunfo ya vendrá y tocará celebrar ese momento de felicidad que es inexplicable, porque no se puede explicar lo que es incomprensible para quienes no aman a un deporte y a un equipo como nosotros amamos al futbol y al América.

Así es el futbol, porque así es la vida: ningún triunfo y ningún revés deben determinar la naturaleza de nuestro temple. Para empezar, porque ni el triunfo ni los reveses son para siempre.

Y otra cosa: no hay ningún mérito en estar solamente en las buenas. Esa no es la verdadera lealtad.

Eso me lo enseñó mi padre, Juan Jona, desde que era niño y nos llevaba a mis hermanos y a mí al Estadio Azteca.

Y esa enseñanza de la lealtad, no es sólo para el futbol.

administrator

Related Articles

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *