A decir del consejero del Organismo Público Local Electoral (OPLE), Juan Manuel Vázquez Barajas, no existen elementos para anular la elección a gobernador del pasado 5 de junio.
“No hay como haya una nulidad porque el OPLE ya demostró oportunamente que se contaron bien los votos y el gobernador electo tiene al día de hoy una diferencia superior a 4 puntos porcentuales con respecto al segundo lugar”.
Recordó que la impugnación va contra la presunta intromisión de la iglesia católica a favor del entonces candidato a la gubernatura de 2 años Miguel Ángel Yunes Linares.
“Debe ser determinante en las expresiones y acusaciones que se hayan hecho y debe haber pruebas que acrediten que esas frases o expresiones dichas sean suficientes para modificar el resultado electoral, pero no existen suficientes elementos para echarlo abajo.
Vázquez Barajas, recordó que la diferencia entre el primer y segundo lugar es superior a 120 mil votos, por lo que los argumentos o pruebas de anulación necesariamente deben ser determinantes.
“Es decir, no por un dicho se anulan 3 millones de votos, porque finalmente la Sala Superior tiene la asignación de salvaguardar y cuidar los votos válidamente emitidos, no se puede arriesgar desde una perspectiva jurisdiccional, el voto público de 3 millones de veracruzanos”.
La impugnación incluye también presuntas violaciones a los principios rectores de la función electoral, pero el argumento más fuerte es la intervención de la iglesia católica en el proceso electoral de gobernador del proceso del 5 de junio.
FUENTE: VERSIONES
“No hay como haya una nulidad porque el OPLE ya demostró oportunamente que se contaron bien los votos y el gobernador electo tiene al día de hoy una diferencia superior a 4 puntos porcentuales con respecto al segundo lugar”.
Recordó que la impugnación va contra la presunta intromisión de la iglesia católica a favor del entonces candidato a la gubernatura de 2 años Miguel Ángel Yunes Linares.
“Debe ser determinante en las expresiones y acusaciones que se hayan hecho y debe haber pruebas que acrediten que esas frases o expresiones dichas sean suficientes para modificar el resultado electoral, pero no existen suficientes elementos para echarlo abajo.
Vázquez Barajas, recordó que la diferencia entre el primer y segundo lugar es superior a 120 mil votos, por lo que los argumentos o pruebas de anulación necesariamente deben ser determinantes.
“Es decir, no por un dicho se anulan 3 millones de votos, porque finalmente la Sala Superior tiene la asignación de salvaguardar y cuidar los votos válidamente emitidos, no se puede arriesgar desde una perspectiva jurisdiccional, el voto público de 3 millones de veracruzanos”.
La impugnación incluye también presuntas violaciones a los principios rectores de la función electoral, pero el argumento más fuerte es la intervención de la iglesia católica en el proceso electoral de gobernador del proceso del 5 de junio.
FUENTE: VERSIONES