No hay tregua para García Luna: Claudia Sheinbaum solicita a FGR mayores investigaciones contra el «superpolicía»

No hay tregua para García Luna: Claudia Sheinbaum solicita a FGR mayores investigaciones contra el «superpolicía»

La Secretaría de Gobernación exhibió más acusaciones contra el exsecretario de Seguridad

La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que solicitarán a la Fiscalía General de la República información sobre más investigaciones contra Genaro García Luna, secretario de Seguridad en la administración de Felipe Calderón.

Por su parte, la Secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, exhibió una serie de acusaciones en contra de Genaro García Luna, Secretario de Seguridad en la administración de Felipe Calderón, que datan desde la época de los 90’s.
En la Mañanera del Pueblo, la encargada de la gobernabilidad explicó las tres órdenes de aprehensión que pesan en contra de García Luna:

Por su participación en el operativo llamado “Rápido y Furioso”, a través del cual se introdujeron armas de forma ilegal con un chip supuestamente para rastrear su uso, lo cual nunca ocurrió, en 2009.

“En esta operación, el grupo de trabajo introdujo más de 2 mil armas de forma ilegal con el fin de identificar (…) traficantes de armas para los cárteles (…) ese armamento sirvió para potenciar la capacidad de actuación de estos grupos y generó una espiral de violencia en el país”, detalló Rodríguez, en presencia de la Presidenta Claudia Sheinbaum.

En 2020, otra orden de aprehensión por el uso indebido de atribuciones y facultades, así como asociación delictuosa, en el caso de la privatización de penales federales, lo que generó un daño patrimonial inmenso.

También por contratos otorgados de manera irregular para el equipamiento de Ceferesos. Esa orden generó en contra de 61 personas, entre las cuales se encuentran familiares de García Luna, por los delitos de delincuencia organizada, peculado y operaciones con recursos de procedencia ilícita, según el tipo de hechos cometidos por cada una de las personas de referencia.

“El Presidente Calderón le dio a García Luna un poder ilimitado”, acusó Rosa Icela Rodríguez.

El miércoles pasado, en un Tribunal Federal de Brooklyn, en Estados Unidos, el Juez Brian Cogan dictó dicha una sentencia de 38 años de prisión contra García Luna por delitos relacionados con el narcotráfico, como participar en una empresa criminal continua o la conspiración para la distribución internacional de cocaína, entre otros.

En la conclusión del Juez, tras dictar la sentencia, se le compara al ex Secretario con Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo.
Incluso, García Luna también fue señalado por encubrir al segundo tirador en el homicidio del entonces candidato presidencial, Luis Donaldo Colosio, el 23 de marzo de 1994. Cuando trabajaba en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), Jorge Antonio, quien trabajaba en dicho Centro, fue liberado por García Luna.

“Fue rescatado por García Luna (…) García Luna encubrió a Jorge Antonio”, afirmó.

En meses pasados, la Fiscalía General de la República publicó un comunicado sobre este hecho:
Sobre el caso del segundo tirador, en el homicidio del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio, hace veinte días el Juez Quinto de Distrito de Procesos Penales Federales Jesús Alberto Chávez Hernández, actuó con evidente parcialidad, quebrantando los principios obligatorios de valoración y análisis del gran acervo de pruebas presentada por la FGR, que implican a Jorge Antonio “S”, agente del CISEN asignado a cubrir al candidato presidencial, y quien fue liberado en aquellos momentos, en un evidente encubrimiento delictivo en el que estuvo vinculado directamente Genaro “G”, quien era Subdirector Operativo en el propio CISEN y fue quien lo rescató en Tijuana.

Las pruebas presentadas por la FGR en contra de Jorge Antonio “S”, demuestran su presencia en el lugar del homicidio, en el mismo momento del crimen, cuando hubo una diferencia de segundos entre ambos disparos.
Todas las pruebas aportadas por la FGR, y en especial las de análisis de sangre demuestran que en la ropa de dicho acusado se encontró el tipo de sangre de la víctima.

Las pruebas de rodizonato señalan que el acusado, en ese lapso, disparó un arma, y ninguna de las pruebas de descargo lo han podido favorecer. Un gran número de testimoniales señalan al acusado en el lugar de los hechos, al momento de los disparos, del cual huyó; y niegan que él haya ayudado a transportar a la víctima.

Con información de: El Heraldo de México

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