By Los bosques y sierras de la zona centro del estado se convirtieron en grandes basureros a cielo abierto, el hecho en sí provoca daños ambientales, pero además altera el curso de ríos, contamina mantos acuíferos y provoca el desplazamiento de flora y fauna; las laderas da la zona montañosa de Zongolica y del Pico de Orizaba, atraviesan esta situación.
De acuerdo con Graciano Illescas Téllez, representante del Consejo Intermunicipal de Ambientalistas (CIMA), los bosques de la región tanto en la sierra de Zongolica como en la del Pico de Orizaba, se convirtieron en grandes basureros a cielo abierto que además de ser focos de contaminación, deterioran la flora y la fauna.
Son hechos muy lamentables, considera, pero este problema se debe especialmente a la falta de cultura y conciencia de los propios alcaldes, así como de la población que no mide las consecuencias ambientales que trae consigo un problema de esta magnitud.
Tan sólo hay que ver como se encuentran algunas de las barrancas de las regiones serranas, «hay grandes basureros que se forman con el paso de los años. El problema es que se utilice por vez primera porque entonces sobreviene el resto de las afectaciones».
El problema se complica debido a que en algunas regiones a las que se les considera como regiones protegidas, igual son utilizadas como basureros, «tenemos casos en el cañón de Río Blanco que de forma clandestina es utilizado para arrojar los desechos sólidos. El mismo caudal es utilizado para arrojar basura y esos son hechos que afectan al entorno ecológico y que deben ser atendidos y corregidos, porque de lo contrario se ampliarán los radios de afectación ambiental».
La existencia de estos lugares es bastante perjudicial, dañan el medio ambiente, pero además su acumulación provoca los desprendimientos de líquidos contaminantes que son absorbidos por el subsuelo y a la vez contaminan mantos freáticos. Crean fauna nociva para el entorno ecológico además que en algunos casos impiden el flujo de canales naturales de agua.
De cierta forma, la acumulación de basura en las áreas verdes de ambas sierra, es responsable de la generación de deslaves o bien de la formación de represas naturales que en la época de lluvias son causantes de crecimientos de ríos y arroyos, los cuales en determinado momento pueden causar afectaciones mayores a la población que se ubica en las zonas cercanas, señala Illescas Téllez.
Por eso, expone: «es urgente que la población tome acciones concretas con las cuales se pueda evitar el desarrollo de estos basureros a cielo abierto, lo que más falta hace es conciencia de la misma población, pero sobre todo acciones responsables de la autoridad correspondiente, porque muchas veces el problema no tan sólo es solapado por el ayuntamiento, sino que es fomentado por los mismos alcaldes.
«No le podemos exigir a la población que cuide el medio ambiente, cuando los ayuntamientos son los mismos que fomentan el uso de las zonas boscosas como basureros clandestinos».
FUENTE: LA JORNADA VERACRUZ
