El Parlamento de Portugal aprobó hoy, 29 de enero de 2021, una ley que autoriza “la muerte medicalmente asistida”, lo que convertirá a este país católico en el cuarto de Europa que legaliza la eutanasia, una vez entre en vigor.
El texto, que fue aprobado con 136 votos a favor, 78 en contra y cuatro abstenciones, será presentado al presidente conservador, Marcelo Rebelo de Sousa, que podrá promulgarlo, someterlo al análisis de la Corte constitucional o vetarlo.
Esta ley, que fusiona diferentes propuestas, prevé que los portugueses mayores que vivan en el territorio del país y se encuentran en “una situación de sufrimiento extremo, que presenten lesiones irreversibles” o afectados por “una enfermedad incurable” puedan recurrir al suicidio asistido.
La solicitud del enfermo al final de su vida debe ser validada por varios médicos, así como por un psiquiatra cuando haya dudas sobre la capacidad de la persona a hacer una elección “libre y consciente”.
Llegado el momento, el médico del paciente tendrá que asegurarse una última vez de su voluntad de poner fin a sus días en presencia de testigos.
La muerte asistida podrá ser practicada en centros del servicio nacional de salud o en otro lugar “elegido por el paciente” siempre y cuando disponga de “condiciones clínicas y confort adecuados”, precisa la ley.
La votación pasó gracias a los votos del Partido Socialista, del Bloque de izquierda (extrema izquierda), del partido de defensa de los derechos animales PAN y algunos diputados del Partido Socialdemócrata (centro derecha).
En caso de veto presidencial, los diputados pueden superarlo mediante una segunda votación.
Reelegido el domingo para un segundo mandato, el jefe del Estado es un católico practicante que ha evitado hasta ahora tomar posición abierta sobre dicha ley.
Según la politóloga Paula Esprito Santo, “esta cuestión para él es la cuadratura del círculo” y el jefe del Estado podría estar tentado de recurrir al Tribunal Constitucional.
Para la diputada socialista Isabel Moreira, especialista en derecho constitucional que participó en la redacción final de la ley, se trata de un texto “consensuado” que defiende la “dignidad humana”.
“La sociedad se ha calmado ahora sobre esta cuestión”, señala, ahora que Portugal se prepara para seguir los pasos de los tres países europeos que ya han legalizado la eutanasia: Bélgica, Luxemburgo y Holanda.