Pérdidas millonarias por venta de avión presidencial

Pérdidas millonarias por venta de avión presidencial

El virtual presidente, Andrés Manuel López Obrador ha reiterado que él no utilizará el avión presidencial y asegura que se venderá.  No obstante, la venta significará pérdidas pare el erario público de acuerdo con un avalúo independiente solicitado por la Presidencia de la República unos meses antes de que llegara a México el nuevo avión.
En el punto número 23 de las acciones contra la corrupción y para la austeridad del próximo gobierno se lee que: “Nadie podrá utilizar aviones o helicópteros privados.
Se venderá la flotilla de aviones y helicópteros. Solo quedarán los destinados a la seguridad, la protección civil y los que se ocupen para enfermos”. De acuerdo con un estudio que mandó a hacer la Presidencia de la República en 2015, si el avión no se hubiera utilizado, para enero de 2019 podría venderse como avión privado en 142.4 millones de dólares, 76 millones de dólares más barato que lo que costó, o como avión comercial en 81.6 millones de dólares, 137 millones de dólares menos de lo que se pagó por él.
En febrero del 2016 llegó a México el nuevo avión presidencial. Un Boeing 787 que remplazaría al Boeing 757 que llevaba casi 30 años dándole servicio al presidente en turno. El nuevo avión presidencial José María Morelos y Pavón fue adquirido por la administración de Felipe Calderón.
De acuerdo con la administración actual del presidente Enrique Peña Nieto, el costo total del avión, incluyendo ingeniería, instalación de sistemas, adecuaciones de estructura, equipamiento de cabina, certificaciones y un paquete de refacciones, fue de 218.7 millones de dólares, a un tipo de cambio de 13.50 pesos por dólar, público Milenio. Dando un total de 2, 952.4 millones de pesos. Banobras lo pagó en ese precio a Boeing y firmó un contrato de arrendamiento financiero con el Gobierno Federal a 15 años, con intereses, para que una vez concluido el plazo sea de la Secretaría de la Defensa Nacional.
El avión se compró pensando que su vida útil estimada sería de 25 años, para dar servicio al menos a cinco titulares del Ejecutivo. Antes de que el nuevo avión llegara a México, y ante las críticas, incluidas las del entonces aspirante presidencial, Andrés Manuel López Obrador, el presidente Peña Nieto pidió que se evaluara la posibilidad de venderlo o darle otro uso. En septiembre de 2015 ordenó que la Secretaría de Hacienda realizara un estudio para determinar, con base en elementos técnicos, financieros y de Seguridad Nacional, la conveniencia de vender o mantener el Boeing 787.
La consultora determinó que vender este tipo de aviones tarda 12 meses como mínimo, que el interior del avión influye en el tiempo que tomaría venderlo y en el precio de venta y que con una configuración altamente personalizada, probablemente se requeriría hacer un descuento por el costo que tendría su readaptación o reemplazo total de los interiores.
De acuerdo con la Presidencia el avión puede transportar hasta 80 pasajeros, cuenta con equipos en telecomunicaciones satelitales e Internet, para que el Presidente reciba y transmita información permanentemente. En opinión de Ascend, el valor de adquisición en 2012 que fue de $218.7 millones de dólares podría quedar en 142.4 millones de dólares para uso privado.
Fuente: el dictamen

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