Ana María Rivas, presidenta de la asociación Amo la Vida, insistió a las autoridades en la regularización; también afectan a niños autistas
“Este tipo de artefactos causan muchos problemas a las mascotas, provocándoles taquicardias, falta de aire, miedo, temblores, náuseas, pérdida de control y en algunos casos muerte”, indicó Ana María Rivas, presidenta de la asociación Amo la Vida, grupo Pro Mejora Animal del puerto de Veracruz.
Expresó que parece que la pirotecnia cada vez se usa más y que durante esta temporada hay muchas solicitudes de ayuda de personas que perdieron a sus mascotas, debido a que huyen asustados y alterados por las explosiones.
Los problemas con los propietarios que extravían a sus animales de compañía parecen comenzar a partir del 8 de diciembre, cuando, con pirotecnia, los feligreses celebran el inicio de las celebraciones católicas.
“Hay perritos que se muerden y se desgarran la piel de la ansiedad tan grande que les pasa (…) tenemos testimonios de personas con perritos que murieron el 24 de diciembre por la pirotecnia”, dijo.
Afirmó que los oídos de los animalitos son mucho más sensibles que los oídos humanos, por lo que son más susceptibles. Explicó que los niños con autismo y las personas de la tercera edad también son afectados con la pirotecnia.
“Mamás que se tienen que pasar estas fechas encerrados en un cuarto o en un baño con sus hijos para intentar calmarlos (…) hay muy poca empatía para los demás seres humanos, hay padres que sí le compran pirotecnia a sus hijos”, explicó.
Ana María Rivas indicó que se multa a quienes comercializan, tienen en su posesión o realizan las detonaciones de pirotecnia.
“Pero, ¿dónde están las autoridades?, ¿dónde se está cumpliendo aplicar estas multas o qué tenemos que esperar que haya una tragedia? (…) yo recuerdo que en el 2003 no hubo nada de pirotecnia, y no fue necesario para celebrar, pero después se les olvidó”, dijo.
Hizo un llamado a la población a buscar otra forma de divertirse para evitar daños a animalitos, además de a niños y personas susceptibles a este tipo de sonidos.
La representante de los animalistas insistió en que la tragedia del 31 de diciembre – incendio ocurrido en el Mercado Hidalgo, el año 2002 – pareciera haber quedado en el olvido, porque ya se comercializan los cohetes.
Indicó que las explosiones por pirotecnia además dejan lesiones severas en ojos, manos, pies, sobre todo en niños pequeños.
Con información de: E-consulta Veracruz