Si Alemania no se sienta en la mesa de negociaciones con Polonia, llevarán el reclamo a todos los foros internacionales, como Naciones Unidas, el Consejo de Europa y la Unión Europea.
El Gobierno de Polonia quiere aumentar la presión para que Alemania se haga cargo del pago de reparaciones por los daños provocados durante la Segunda Guerra Mundial, indicó este martes el ministro de Relaciones Exteriores polaco, Arkadiusz Mularczyk.
«El asunto de las reparaciones es de absoluta importancia para Polonia. No se trata solo de un tema político, sino que se trata de la dignidad de Polonia», dijo Mularczyk en una entrevista concedida a la agencia alemana de noticias DPA al comienzo de su visita oficial a Berlín.
«Alemania tiene una opción: o se sienta en la mesa de negociaciones con Polonia, o vamos a llevar el reclamo a todos los foros internacionales como Naciones Unidas, el Consejo de Europa y la Unión Europea», manifestó el ministro de Exteriores polaco.
Como presidente de la comisión parlamentaria de reparaciones de Polonia, Mularczyk encargó la elaboración de un informe sobre los daños de guerra infligidos a Polonia por la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial. El monto de los daños se estimó en 1.37 billones de euros.
«Este tema no puede ser aplazado por el Gobierno alemán hasta las próximas elecciones», subrayó. «Tiene que haber diálogo sobre este tema, de lo contrario sería muy malo para nuestra vecindad», agregó.
El viceministro polaco mantendrá reuniones con funcionarios alemanes en Berlín este martes y miércoles, entre ellos la responsable de Asuntos Europeos en el Ministerio de Exteriores de Alemania, Anna Luhrmann.
Por su parte, el Gobierno alemán se opone a la demanda de reparaciones, señalando el Tratado Dos más Cuatro de 1990 –en el que no participó Polonia– sobre las consecuencias de la unificación alemana en materia de política exterior, que Berlín considera que resolvió la cuestión.
Por ello, Mularczyk hizo hincapié en que «entre Alemania y Polonia no debe esconderse nada bajo la alfombra», al tiempo que acusó a Alemania de seguir una política de «ocultación, bloqueo y olvido» desde la década de 1950.
«Conozco personalmente a personas mayores que resultaron gravemente heridas en la guerra y desde entonces están físicamente discapacitadas. Se pasaron la vida buscando justicia y no la encontraron. Los alemanes no ven a estas personas y actúan como si no existieran», señaló.
«Al mismo tiempo, se pagan pensiones de vejez a antiguos soldados de la Wehrmacht (Fuerzas Armadas nazis) y a miembros de las SS. Esta política de Alemania tiene que mostrarse al mundo», manifestó, antes de describir la situación como una «gran injusticia histórica».
Con información de: Proceso