Más de cinco millones de personas en México padecen diabetes, que está directamente relacionada con el estilo de vida y alimentación.
La diabetes es una enfermedad crónica en la que los niveles de azúcar en sangre son demasiado altos. Una persona sana es capaz de producir la insulina necesaria para que la glucosa que ha ingerido sea absorbida por el organismo. Los diabéticos no producen la suficiente insulina, por lo que la glucosa (azúcar) permanece en la sangre, llegando a producir problemas serios en el corazón, sistema nervioso, ojos o riñones.
Mientras que la de tipo 1 tiene una base autoinmune y, por lo tanto, no se puede hacer nada para prevenirla, la tipo 2, en la mayoría de los casos, sí se puede evitar. Aunque esta enfermedad suele aparecer en la edad adulta, la prevención debería empezar lo antes posible, siendo lo ideal en la infancia.
El nutricionista Gabriel Domínguez nos da las pautas necesarias para darle esquinazo a esta enfermedad. “Ya que la obesidad y el sobrepeso son factores que están claramente asociados a la diabetes tipo 2, alcanzar y mantener un peso saludable sería una primera medida muy eficaz evitarla”.
Para ello, el especialista no solo nos recomienda seguir una alimentación equilibrada, sino también practicar un mínimo ejercicio.
Así debe cambiar tu cesta de la compra para no sufrir diabetes
En la composición de tu dieta habitual, tendrían que predominar los alimentos de origen vegetal. Frutas y verduras han de ser la base, ya que son alimentos que presentan una densidad nutricional muy elevada, al contener muchas vitaminas y minerales y pocas calorías.
Reduce al máximo posible la cantidad de azúcares simples en la dieta, ya sea en forma de azúcar de mesa añadido por ti, o por el consumo de productos con cantidades importantes: la bollería, bebidas azucaradas, batidos, zumos y yogures de sabores, entre otros.
Actualmente, los cereales tienen una importancia mayor de la que deberían en nuestros menús diarios, por lo que no solo ha de reducirse su consumo, también sustituirlos por sus variedades integrales tanto en arroz, pasta, pan o harinas. De esta manera, aumentarás la cantidad de fibra y disminuirá el impacto de los azúcares en la glucemia.
No elimines las grasas, pero sí elígelas de calidad. El aceite de oliva virgen extra, tan común en nuestro país, es una muy buena opción. Aumentando el cocinado con este tipo de aceite, desplazarás grasas menos saludables de productos que se venden ya preparados.
Las legumbres son otro grupo de alimentos de origen vegetal que te pueden ayudar en la prevención. Tienen una cantidad importante de vitaminas, minerales y fibra. Aumenta su consumo a 2-3 veces por semana, frecuencia que no es habitual que se dé. Para conseguirlo, inclúyelas en ensaladas, como humus.