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Con el cambio de estación aparecen diferentes trastornos fisiológicos que no tienen tratamiento específico.
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Existen recomendaciones relacionadas con llevar una vida saludable que ayudan a superar los síntomas.
Fatiga, cambios de humor, alteraciones del apetito, trastornos del sueño, tristeza inexplicable, irritabilidad repentina… son sólo algunos de los síntomas derivados de lo que se denomina como astenia primaveral, que como su nombre delata suele aparecer en estas fechas con el cambio de estación.
Etimológicamente, la palabra de origen griego “asthenia” significa “estar sin fuerzas». Y eso es lo más frecuente que experimentan algunas personas durante algunos días al comienzo de la primavera. Algo que se acentúa cuando se produce el cambio de hora.
No se trata de ninguna enfermedad o patología grave, aunque en algunos casos requiera incluso la consulta con el médico. Que ante la inexistencia de tratamiento concreto recomendará dar tiempo para adaptarse al cambio gradual de clima, estación y husos horarios.
Existen algunas pautas que ayudan a combatirla de manera natural, y relacionadas con el estilo de vida. Estos son algunos consejos para afrontar la astenia primaveral:
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Hacer ejercicio moderado para liberar estrés
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Tener una buena hidratación para combatir la fatiga
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Llevar una dieta equilibrada con alimentos ricos en vitaminas y minerales que aporten energía
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Establecer rutinas y horarios, y tratar de realizar 5 comidas al día
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Respetar las horas de sueño y evitar la cafeína para intentar dormir entre 7 y 8 horas al día