Es común que la mayoría de las personas ronquen al dormir, sin embargo, pocos lo aceptan.
Pero… ¿Por qué roncas?
La postura. Si duermes boca arriba, los músculos de tu cara, lengua y boca se “aflojan” evitando que respires de manera adecuada. Lo más recomendable es que duermas de lado para mejorar el flujo del aire por tu nariz.
Congestión nasal. Una de las peores sensaciones es tener la nariz tapada; sobre todo si es resultado de alergias como el polvo, el polen o el pelo de animales. Al tener congestionada la nariz, tu cuerpo te obligará a respirar por la boca. Es por eso importante que procures tener tus espacios libres de polvo u otros factores que puedan congestionar tu nariz.
Apnea del sueño. Este trastorno del sueño puede estar provocando en ti que ronques. Ya sea tu excesivo cansancio, tus cambios de ánimo constantes o el estrés pueden llevarte a generar este trastorno y afectar tu respiración al dormir.
Exceso de grasa en el cuello. Esta parte va de la mano con el sobrepeso. Al tener exceso de masa en el cuello este provocará que la garganta se haga estrecha y ejerza presión sobre ella evitando que puedas respirar bien y termines roncando.
Por anatomía. En ocasiones, un tabique desviado, el cuello corto, alguna anomalía en los huesos faciales puede que estén afectándote.