El lanzamiento del cohete Terrain 1, el primero fabricado mayormente con una impresora 3D, para su primer vuelo de prueba desde Cabo Cañaveral, en Florida (EE.UU.), fue suspendido tras dos retrasos por cuestiones técnicas.
El cohete desechable de dos etapas, llamado “Good Luck, Have Fun” (“Buena Suerte, Diviértete”), iba a despegar desde una plataforma del complejo de lanzamiento 16 de la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral y, por tratarse de un vuelo de prueba orbital, no iba a llevar ninguna carga.
El Terran 1 está construido en un 85 % con tecnología basada en impresiones 3D, pero la meta de Relativity Space, con sede en California, es llegar a un 95 % en las futuras versiones del cohete, que se llamarán Terrain R.
El cohete que iba a ser lanzado cuenta con nueve motores Aeon en su primera etapa y uno en la etapa superior, y tiene capacidad para transportar hasta la órbita terrestre baja una carga de 1.250 kilos.
Se esperaba que unos dos minutos después del despegue la segunda etapa del cohete se separase y prosiguiera el trayecto por su cuenta.
El objetivo de la misión es poner a prueba la fortaleza del artefacto de cara a un lanzamiento y si es capaz de soportar las condiciones de máxima presión dinámica que afrontan los cohetes espaciales durante su ascenso.
Los futuros modelos que prepara Relativity Space, fundada en 2015 por Tim Ellis y Jordan Noone, serán reutilizables, superaran los 60 metros de altura y podrán transportar a la órbita terrestre baja hasta unos 20.000 kilos de carga.
De acuerdo al medio especializado Space.com, podría realizar su primer vuelo a comienzos de 2024 y de esta manera competir con los cohetes también reutilizables Falcon 9, de SpaceX, y Vulcan Centaur, de United Launch Alliance (ULA).
Precisamente, el Vulcan Centaur, que consta de dos fases y mide 61 metros de alto y pesa 545 toneladas, ya está ensamblado en Florida con miras a su vuelo inaugural previsto para comienzos de mayo.
Con información de: Xeu