Si yo fuera candidato

Si  yo fuera candidato

“El colmo, ya hasta los cacahuates japoneses son chinos”|
Yo|
La pregunta me la lanzó así, a boca de jarro, el conductor del programa de televisión Revisiones, periodista y literato Sergio González Levet, programa que se transmite en horario de 23:00 a 24:00 horas, todos los martes, los sábados a las nueve de la mañana en RTV, y en  el que participamos junto con un grupo de amigos, todos ellos periodistas profesionales a quienes hacemos segunda en eso del análisis del acontecer político veracruzano.
¿Qué harías tú, Manuel, si fueras candidato a gobernador?, me dijo.
¡Mocos!, dice el agudo caricaturista Beto Gato; jamás esperé que me hicieran esa pregunta, menos al aire frente a las cámaras de RTV, detrás de las cuales suponemos hay miles de televidentes.
De por sí se apendeja uno cuando hay que intervenir sabiendo que si dices una tontería se van a carcajear todos los que estén viendo la tele y el programa Revisiones, y más los miembros del staff de RTV, que son más agudos que muchos, pero muchos, de esos que se dicen periodistas críticos.
Un canijo frío me corrió por la espalda y lo primero que pensé fue: ya ves, penitente, no es lo mismo estar de criticón y hacerte pasar por muy sácale punta que dar la cara y agarrar al toro por los cuernos. Tanto que has escrito sobre lo que tú supones que debe hacer y decir un candidato y mira en qué puta enredo te metiste.
Jalamos un poco de aire y tratamos de que el alma nos volviera al cuerpo ante la mirada de interrogación de mis compañeros de panel.
De mendigo a millonario mediático
Bueno -traté de explicar-, yo jamás he pensado en esa posibilidad; tengo un hijo que se dedica a la construcción, imagínate Sergio la de propiedades que me iban a salir a relucir que, por supuesto, no son mías, que son obras que hace mi hijo Manuel para vender pero en una campaña propia de nuestros tiempos, con suficiente lodo, materia fecal y otros fétidos ingredientes, ya me hubieran hecho dueño de Las Ánimas y Monte Magno, cuando menos; el otro que es periodista con vocación de chef tiene su negocio de hamburguesas y crepas, y con eso, suficiente para que también me hicieran dueño de una cadena de restaurantes en todo el país y uno que otro en el extranjero. Total, sería en las redes sociales un próspero empresario, con una fortuna incalculable producto de la corrupción, de los atracos que cometí a mi paso por los carguitos que he tenido el honor de tener y de mis relaciones peligrosas con gente igualmente peligrosa, haciendo “chaca chaca” con miles de millones de dolarucos. Por eso no he pensado nunca en la posibilidad de entrar a la grilla esa barata, que no política, para buscar un cargo.
Pero, bueno, si se trata de suponer y que esta suposición sirva de algo, yo no haría tantas promesas como las están haciendo los siete aspirantes a la gubernatura de dos años; en dos pinches años, qué haces después de recibir un estado como Veracruz; pobre de aquel que gane la elección porque uno se lo va a morder y el otro no se lo va a alcanzar.
Yo enfocaría un proyecto pensando en solo dos años de permanencia en la silla imperial, de los cuales se va a perder cuando menos medio año en las elecciones para la renovación de presidencias municipales (la elección que viene) y luego en la sucesión gubernamental del 2018.
Recetario para candidatos a gobernador
Por lo tanto, hay que hacer con urgencia un plan para pacificar al estado, para dar seguridad a los veracruzanos, que de eso estamos pidiendo nuestra limosna, todos. Bajar los índices delincuenciales es prioritario y si lo logras te van a recordar los gobernados como el mejor: ¿se imaginan que los índices de secuestro se redujeran al mínimo, que los policías dejaran de ser parte de las bandas delincuenciales, que se acabaran las extorsiones, que ya no aparecieran tantos ejecutados a lo largo y ancho del territorio veracruzano, que la vida volviera a adquirir valor no como en Guanajuato, que ya no hubiera levantones, que los delitos del fuero común se redujeran al mínimo para que los ciudadanos pudiéramos andar por las calles y carreteras con tranquilidad, sin el temor a que te detenga un comando de sicarios y te deje hasta sin calzones o que a ti, a tu familia o a quien vaya contigo, les metan de plomazos nomás por chingar, porque esa práctica ya es tan común que a nadie sorprende? Eso sí estaría chido, que se combatiera con eficiencia la inseguridad.
Lo segundo, reordenar la estructura administrativa y de gobierno en general porque de Fidel para acá se han dedicado a destrozarla los que han estado al frente, valiéndoles madre todo. En esto se incluye, por obviedad, reestructurar la deuda y gestionar ante la Federación recursos para que el aparato gubernamental camine, no que está paralizado desde hace varios años, en ninguna dependencia te atienden porque no tienen ni para el papel de los oficios.
Y tres, gestionar recursos para abastecer de medicamentos a todas las clínicas y hospitales del sector salud para que tengan con qué responder a los veracruzanos que acudan en busca de ayuda, porque hoy no hay ni mejorales en los hospitales y los equipos son tan obsoletos que ya ni con una reparadita funcionan.
Hace unos días, el gobernador Javier Duarte y el secretario de Salud Fernando Benítez recorrieron el almacén de la Secretaría de Salud y ya de plano para los seis meses que le faltan a la actual administración no faltó quien recomendara que se rente ese local los sábados y domingos para hacer bailes populares, la cosa es sacarle un billete a ese espacio que se encuentra completamente vacío desde hace más de un año cuando puede ser de utilidad en este “año de Hidalgo”.
En fin, los candidatos deberían enfocar sus propuestas a dos o tres cosas porque eso de que van a crear miles de empleos, o que van a detonar el turismo en todo el estado, o que van a sacar de la miseria a los tres millones de hambrientos que hay, son puras jaladas, no tendrán el tiempo y menos el dinero para hacerlo, en dos años y con la megadeuda que heredarán, ¡qué madres podrán hacer!
Y, bueno, eso de llamar a cuentas a los que se van no es necesario ni recordarlo, eso lo tendrán que hacer a chaleco, so pena de convertirse en cómplices por omisión de un desfalco de miles de millones de pesos.
Por eso a mí no me interesa para nada ser gobernador, ni siquiera candidato: la política en estos tiempos es una actividad para caníbales.
Todo esto lo cuento ya en la frialdad del tiempo que nos damos para reflexionar, pero debo confesar que mi amigo Sergio González me puso a parir chayotes cuando me preguntó ¿qué harías tú si fueras candidato a gobernador?… ¡Safo!, decíamos en la secundaria.
Reflexión
Manlio Fabio Beltrones está descubriendo o encubriendo el hilo negro con eso de los candidatos destituidos por tener relaciones con bandas de la delincuencia organizada. Su obligación, con las pruebas que tiene es demandarlos ante la PGR.

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