El presidente reconoció que el Tren Maya terminará costando 20 mil mdd, 70% más de lo planeado.
Las finanzas de México están sintiendo la presión de los aumentos en los costos de financiamiento de las mega obras de infraestructura promovidas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, a medida que los plazos para concluirlas se acumulan hacia el final de su mandato, dijo el secretario de Hacienda.
No obstante, el Gobierno tiene espacio para maniobrar, por lo que no elevará su relación entre deuda y producto interno bruto por encima de un rango de 50 a 51 por ciento en el presupuesto del próximo año, señalado el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O., a Bloomberg News en una entrevista. Hoy, esa cifra se ubica en el 48. 9 por ciento.
Los ingresos fiscales más altos de lo esperado y la caída de los costos de los subsidios al combustible en medio de una caída en los precios de la gasolina están ayudando, requerido.
AMLO reconoció el mes pasado que los costos de su proyecto del Tren Maya , una vía férrea de casi mil 600 kilómetros que atraviesa la península de Yucatán, están muy por encima del presupuesto inicial y podría terminar costando hasta 20 mil millones de dólares, un 70 por ciento más de lo planeado, en medio de contratiempos y una inflación vertiginosa.
El presupuesto de 2023, que el secretario de Finanzas debe anunciar a principios de septiembre, tendrá un déficit dentro basado en mantener el índice de deuda del rango objetivo y será “realista”, dijo.
El presupuesto apoyará por completo los proyectos de infraestructura prioritarios, incluidos el tren, la refinería, la modernización de las instalaciones aduaneras y el desarrollo en el sureste del país, por medio de carreteras y un aeropuerto en Tulum.
Más allá de los proyectos clave, “siempre habrá oportunidades para ajustar programasque han estado ociosos o no son tan indispensables como se esperaba en Administraciones anteriores”, dijo el secretario en la entrevista.
Con información de: El Financiero