Agradeció la pronta actuaciónd de los médicos que le salvaron la vida en aquel accidente
A casi tres meses de la tragedia en el volcán Pico de Orizaba donde tres alpinistas procedentes de Guadalajara perdieron la vida, durante una expedición, Andrea Hernández, una de las sobrevivientes continúa su proceso de recuperación y está en espera de ser intervenida para recibir alguna prótesis en las manos tras sufrir la pérdida de sus dedos.
A través de sus redes sociales, la mujer recordó que una tormenta les atrapó en la cumbre del Citlaltépetl y que a decir de los expertos, hacía 35 años que no se había registrado un fenómeno similar, ya que se habla que los vientos alcanzaron los 150 kilómetros por hora y sensaciones térmicas de menos 40 grados centígrados.
“En mi caso, pues tuve algunas lesiones en pis, córneas, manos, golpes en el cuerpo, pero realmente lo más complicado fue la cuestión de las manos, entonces, eh perdí mis dedos. Algunos doctores decían que, iba a perder las manos y parte de mis dedos de los pies”, compartió.
Sin embargo, agradeció la oportuna intervención quirúrgica de médicos especialistas luego del traslado vía aérea hacia su lugar de origen, ya que pudo evitarse una consecuencia mayor, pues estaba en riesgo su propia vida debido a las quemaduras que le produjo permanecer varias horas en contacto directo con el hielo, cuando intentaba descender de la montaña, la cual se impone con 5 mil 636 metros de altura sobre el nivel del mar.
“Gracias a Dios, por médicos que, me ayudaron, especialistas, se rescataron lo que son mis pies y va la reconstrucción de las manos, a la primera falange para que, pudiera hacer pinzas o poder tener alguna prótesis. Para mí, es algo. Esto es un avance enorme, sobre todo estar aquí con mis amigos, con mi familia, con mi nieta que adoro”, subrayó.
Andrea era parte del grupo de doce alpinistas conocidos como “Barrancracks”, quienes se aventuraron a subir el Pico de Orizaba, pero fueron reportados como desaparecidos el sábado 17 de febrero, cuando recorrían una ruta de tres días, a consecuencia de las malas condiciones climatológicas. Sólo siete de ellos lograron bajar y pidieron ayuda para rescatar a sus compañeros. Jessica, Luis Flores Gómez y José Luis de 57 años (guía de la expedición), fueron las víctimas mortales.
“Y pues de aquí, les voy a platicar un poco, en algunos videos, de cómo ha sido todo el proceso. Cada vez, cada vez ha sido una sorpresa todos los días, es una sorpresa todos los días, es un avance. Todos los días es enfrentar, sino en las cuestiones físicas, mentales o pues, en el alma, lo emocional, pero hay que saber qué meterle en nuestra mente, hay que saber qué meterle a nuestro corazón, saber qué meterle a nuestra fe. Igual a nuestro cuerpo con la alimentación para que, eso se vea reflejado al momento de ir sanando las cicatrices, o las cicatrices, tanto en mente, cuerpo, espíritu, alma”, finalizó.
Con información de: E-consulta Veracruz