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A través de un amparo que otorgó un juez federal, se logró la suspensión provisional de la construcción de la granja avícola en el municipio de Actopan, destacaron integrantes del Movimiento en Defensa de la Laguna de La Mancha.
A través de sus redes sociales, el movimiento confirmó que solicitaron un amparo indirecto ante un Juzgado de Distrito por el riesgo que podría generar una planta avícola en las inmediaciones de un sistema hídrico natural Laguna. El juez de distrito federal otorgó una suspensión provisional como primer paso para proteger el entorno y el derecho de la comunidad a un ambiente sano.
“Frente a la amenaza que representa la instalación de la Granja Avícola Ecosustentable ALP Nuestra Señora de Guadalupe de Palmas de Abajo, en el municipio de Actopan —con una proyección de producción de más de dos millones doscientos cuarenta mil pollos al año, y que está siendo construida en colindancia con el sistema hídrico natural de la Laguna de La Mancha—, decidimos alzar la voz. La Mancha es un santuario natural compartido por pescadores, visitantes y comunidades locales que coexisten con garzas, papanes, tortugas, lagartos y muchas especies más; es hogar de manglares imprescindibles para la vida de la laguna y para el equilibrio ecológico de la región», indican en su post.
Afirmaron que, ante el evidente riesgo de impacto ambiental de la laguna, recurrieron a un juez federal, quien otorgó una suspensión provisional.
«Esta suspensión obliga a las autoridades a verificar si la empresa RS Granos, Hortalizas y Carne tiene los permisos legales necesarios para construir la granja. Esto incluye permisos ambientales, de uso de suelo, agua, entre otros. Si no los tiene, la obra no puede continuar. Y debe ser suspendida para evitar daños a la naturaleza y al agua de la comunidad. El juez fue claro: hay que tomar medidas inmediatas para proteger la vida vegetal, animal y los ecosistemas que podrían verse afectados. También pidió revisar cómo planea la empresa manejar los residuos de una producción de tal magnitud —excremento, aguas contaminadas, olores, plagas— y qué impacto tendría esto en la salud de las personas y el ambiente”.
Los ambientalistas afirmaron que esta suspensión es un logro, el poder parar una obra peligrosa y que se reconozca la voz de las comunidades como legítima y necesaria, y obliga a las autoridades de los diferentes niveles de gobierno a rendir cuentas.
Cabe recordar que el proyecto está planeado en tres etapas: la preparación del sitio; construcción y equipamiento a realizarse; y etapa de operación y mantenimiento, con una vida útil de 20 años.
Con información de: Crónica de Xalapa
