También duele la muerte de un compañero.

También duele la muerte de un compañero.

*Desvinculados periodistas del sur.|
Sin lugar a dudas la muerte de una persona es dolorosa, sea quien sea, mucho más si se trata de un colega, que de alguna manera tiene relación por el simple y sencillo hecho que se dedicaba a la misma labor de quien escribe, situación que afecta sin lugar a dudas la libertad de expresión, a todas voces segada en un cruento asesinato.
Hablar de quien lo hizo o de quien es el responsable, será labor de las autoridades que deberán manejar el caso con mucho profesionalismo y no tratando de inventar o justificar cosas, como ha sucedido con eventos que tal vez no ocurrieron, pero que buscan exonerar a quien o quienes estuvieron involucrados en el asunto.
La muerte de Rubén Espinosa, es una muestra clara que en Veracruz algo sucede, pues el hecho que el fotoperiodista saliera literalmente huyendo de la entidad, es porque algo sucede y seguramente grave, porque en lo que va del sexenio, son varias las ejecuciones que se han tenido de reporteros, columnistas y fotógrafos.
Cierto es que a todos duele, pero muy pocos se quiere manifestar en contra de esta serie de hechos en la región de los Tuxtlas, tal vez por la falta de interés, costumbre o simple y sencillamente porque los periodistas de la región se sienten desvinculados con los hechos, porque además, están muy lejos de su zona de confort.
Cada región tiene sus problemas, sus intereses y sus acciones, sobre todo en un estado tan grande y diverso, que ha provocado que se tengan diferentes necesidades de manifestarse, mientras que en el puerto o la capital, se lucha por la libertad de expresión, en otras regiones, se lucha por subsistir, por eso muy pocas voces se alzan para manifestarse.
Además como en esta región, afortunadamente no ha sucedido nada grave, por la misma razón de escribir de manera somera, sin contrariar a las autoridades, por eso tampoco se han dado hechos que sean lamentables, situación que hace suponer a los tundeteclas que no pasa nada con hechos lejanos como la muerte del compañero.
Se habla que en tan solo quince años en dos gobiernos panistas y uno priista, se han registrado por lo menos cien muertes de reporteros en el país, de los que se tienen registrados, de ellos se menciona a quince en  la entidad veracruzana o vinculados con el estado de Veracruz, como es el caso de Rubén Espinosa Becerril.
La zona, hasta el momento por lo menos en los municipios que se consideran la forman, Lerdo de Tejada, Ángel Rosario Cabada, Santiago Tuxtla, San Andrés Tuxtla y Catemaco, no se ha presentado un hecho tan lamentable como los registrados en otras regiones, inclusive en Acayucan y la zona sur ya se llevaron a cabo algunos hechos lamentables.
Es tal vez por eso que los compañeros reporteros, están más preocupados por otras cosas más simples que nada tienen que ver con las muertes de los compañeros que han caído muchos en el cumplimiento de su deber, y a los que se les quiere vincular con el crimen organizado, para desprestigiar la ardua labor realizada.
Cuando podrían manifestarse en San Andrés Tuxtla, sobre una situación así, tal vez cuando ocurra un hecho sangriento como en otros puntos del país y del mismo estado, el cual se ha visto severamente afectado en su imagen, por la publicidad que se hace de estos horrendos crímenes que se han perpetrado.
Desde este espacio, un recuerdo para un fotoperiodista Rubén Espinosa Becerril, que hoy descansa en cuerpo, pero que su alma no quedará salvada hasta que se logre encontrar a quien o quienes cortaron la vida de este joven que tenía grandes proyecciones de vida y que además era bueno en lo que hacía.

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