Teapan, el rincón veracruzano donde los girasoles hacen turismo

Teapan, el rincón veracruzano donde los girasoles hacen turismo

En Teapan, en el municipio de Rafael Lucio, Veracruz, los campos de girasoles alimentan más que ganado: floreció el turismo rural.

Lo que comenzó como una siembra para alimentar ganado se transformó en una inesperada atracción turística en la comunidad de Teapan, en el municipio de Rafael Lucio, ubicado a 35 minutos de la ciudad de Xalapa.

Desde 2023, los campos de girasoles capturan la atención de visitantes locales y foráneos y son un punto de encuentro para familias, fotógrafos y amantes de la naturaleza.

La primera cosecha de girasoles se realizó hace dos años sin imaginarse el impacto que tendría. Antonio Martínez Saldaña, uno de los productores, recuerda que el objetivo inicial era obtener forraje para el ganado.

Una fotografía publicada en las redes sociales cambió el destino del cultivo: la imagen se viralizó y atrajo a medios de comunicación que difundieron la belleza del lugar. A partir de entonces, el campo de girasoles se convirtió en un fenómeno local.

Las flores, con su característico color amarillo, resaltan entre los paisajes verdosos de la región y ofrecen un espectáculo visual que es aprovechado por visitantes que buscan experiencias al aire libre y contacto con la naturaleza.

Aunque en 2024 la producción fue menor, este año los girasoles alcanzaron un tamaño notable, tanto en altura como en redondez. Los productores estiman que la floración se mantendrá por al menos dos domingos más, hasta el 24 de agosto, antes de que inicie el proceso de marchitamiento.

La comunidad de Teapan se encuentra a 14 kilómetros del centro de Xalapa, capital del estado de Veracruz. El acceso al campo tiene un costo simbólico de 40 pesos para adultos y 20 para menores de edad, lo que permite a las familias disfrutar de una jornada entre flores sin afectar su economía.

Para llegar al sitio desde el centro de Rafael Lucio es necesario avanzar un kilómetro y medio más. En la desviación hacia el municipio de Tlacolulan, un letrero anuncia la entrada: “Recorrido a los girasoles”, una invitación que despierta la curiosidad de cientos de visitantes.

La tercera siembra de girasoles se realizó en marzo de 2025. Aunque el objetivo era la producción de forraje, el atractivo visual de las flores superó cualquier expectativa agrícola. El campo es un espacio de convivencia, fotografía y promoción del turismo rural.

El girasol forrajero, a diferencia del girasol grano, se corta en verde y se ensila únicamente combinado con maíz. Su rusticidad y rápido crecimiento lo hacen ideal para alimentar ganado, pero también lo convierten en una planta de alto rendimiento que ahora aporta beneficios económicos y sociales a la comunidad.

Este fenómeno abrió nuevas posibilidades para los productores locales, quienes ahora consideran integrar actividades turísticas de manera formal, como recorridos guiados, además de fortalecer la economía local con puestos con ventas de antojitos y bebidas.

Antonio Martínez contó que la experiencia en Teapan demuestra cómo una práctica agrícola puede transformarse en una oportunidad de desarrollo comunitario. El campo de girasoles no sólo alimenta al ganado, sino también la esperanza de una economía rural más diversa.

Con información de: E-consulta Veracruz

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