Timbiriche prende la “máquina del tiempo” en el Auditorio Nacional

Timbiriche prende la “máquina del tiempo” en el Auditorio Nacional

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La banda Timbiriche prendió la máquina del tiempo el pasado miércoles 13 de septiembre, para revivir 35 años de su historia musical ante 10 mil seguidores en el Auditorio Nacional, lugar donde tienen programadas 12 fechas más como parte de su tour “Juntos”.
El ambiente festivo se sentía desde las afueras del foro de la avenida Paseo de la Reforma, donde a cientos de personas se les veía comprando los tradicionales souvenirs, pero sobre todo en el vestíbulo haciendo fila para tomarse fotos con la mascota de la agrupación a la que hacen llamar Cocorito (una especie de pájaro multicolor).
Las emociones se desbordaron al concretarse la cita: las luces se apagaron cercanas las 20:45 horas, momentos en el que las pantallas laterales del escenario enseñaban el tablero de una nave espacial que dio la bienvenida a los músicos en vivo, y el paso inmediato a Sasha Sokol, Mariana Garza, Alix Bauer, Benny Ibarra, Erick Rubín y Diego Schoening.
“Timbiriche”, tema homónimo al nombre del grupo pop de los ochenta y parte de los noventa, fue con el que arrancaron este show que rápidamente soltó los alaridos ensordecedores de los espectadores, en su mayoría seguidores de toda la vida y alguno que otro embajador de la gente menuda.
Le entraron con “¡Y la fiesta comenzó!”, provocando tal cual un “reventón” que se cubrió de una producción dinámica, atractiva y colorida, con pantallas al fondo en forma de cubos que proyectaban tanto a los integrantes originales de Timbiriche, como aspectos de cada una de las canciones en animaciones digitales.
Al frente del escenario, algunos afortunados de pie pudieron sentir de cerca a los cantantes, en un formato íntimo y diferente a lo acostumbrado en el recinto. 53 de sus grandes éxitos resonaron durante toda la noche, suerte de popurrí sin descanso alguno, demostrando que mantienen la misma energía de siempre.
Incesantes cambios de vestuarios y escénicos distinguieron cada segmento, destacando su atuendo al estilo de los cincuenta, como el del filme musical de 1978 Vaselina (Grease) –donde participaron hacia 1984–, escuchándose así “Noches de verano”, “Amor primero” y “Rayo rebelde”.
Entre la extensa lista que impulsó los bríos, cantos y bailes, se revivieron “Solo en mi cuarto”, “Me pongo mal”, “Ámame hasta con los dientes”, “Acelerar” y “El baile del sapo”.
También hicieron vibrar el inmueble con sus clásicos “Soy un desastre”, “Me plantó”, “No seas tan cruel conmigo”, “Me estoy volviendo loca”, “Muriendo lento” y “Si no es ahora”.
Asimismo, Ibarra sorprendió cuando apareció en medio del recinto y entre las gradas coreó “Mamá”, rasgando una guitarra acústica; continuando el repertorio con “Princesa tibetana”, “Besos de ceniza”, además de “Tú y yo somos uno mismo”. En “La vida es mejor cantando”, brilló en las pantallas un homenaje a ídolos del rock con el rostro de músicos como David Bowie, John Lennon y Michael Jackson, entre otros.
El espectáculo aparentaba terminar al oírse las infaltables “Corro vuelo me acelero”, “Con todos menos conmigo” y “Juntos”, pero los Timbiriche regalaron prontamente “Hoy tengo que decirte papá”. Compartieron entonces algunos videos con niños que expresaban lo que para ellos significa nuestro sufrido país, predicando la tolerancia y con arengas hacia el respeto e igualdad, al tiempo que interpretaron (faltaba más) “México”.
De inmediato, el inmueble de Chapultepec se iluminó con los tintes patrios en verde, blanco y rojo, salpicando a todos con papelitos tricolores. Los Timbiriches desaparecieron con sombreros de mariachi cerca de las 23:00 horas, logrando una comunión con sus admiradores, mismos que revelaban en sus sonrisas el amor a su país y a la banda creada por Luis de Llano.
No en vano, el sexteto volverá a pisar el Auditorio los días 14, 15, 16, 17, 21, 22, 23 y 24 de septiembre, así como en noviembre 8, 9, 10 y 11.

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