*Las condiciones del túnel son óptimas para la operación, pero antes se debe dar mantenimiento a los trenes en Tláhuac, y el tramo accidentado lo impide.
A diferencia de 2014 cuando la interrupción sólo fue parcial, esta vez la Línea 12 estará cerrada en su totalidad, desde Tláhuac a Mixcoac. Aunque las condiciones del túnel son óptimas para reanudar la operación, previamente se debe dar mantenimiento a los trenes en los talleres de Tláhuac, lo cual es imposible por ahora debido al tramo siniestrado el 3 de mayo.
Así lo concluyó el estudio hecho en el tramo subterráneo por expertos del Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM) y del Instituto Mexicano del Transporte (IMT), el cual fue entregado este jueves al secretario de Obras y Servicios de la Ciudad de México, José Antonio Esteva.
El dictamen geotécnico-estructural de vulnerabilidad concluyó que “el tramo de túnel de la Línea 12 del Metro no presenta daños estructurales ni deformaciones que pongan en riesgo su estabilidad; los principales problemas que presenta son debido a filtraciones en tramos bien identificados, que con un adecuado tratamiento y un eficiente sistema de captación y conducción de agua se resuelve; por tanto, el túnel podría ser reabierto en un corto plazo”.
Sin embargo, añadió el dictamen, “por cuestiones operativas y de mantenimiento intensivo que requieren las vías y los trenes de la Línea 12, lo cual se tiene que llevar a cabo en los talleres de Tláhuac para cumplir con los niveles de calidad requeridos para dar seguridad a la operación, no es posible reabrir el tramo subterráneo hasta que se repare el tramo colapsado”.
Ante esta situación, que obliga a mantener cerrada la Línea 12 en su totalidad en tanto no se repare el tramo elevado, el CICM recomendó “realizar una revisión exhaustiva del sistema de drenaje y desagüe del túnel y en su caso llevar a cabo las acciones necesarias para que opere de forma adecuada y eficientemente y efectuar un proyecto integral para solucionar los problemas de filtraciones y escurrimiento de agua”.
Además se recomienda “realizar estudios complementarios en los sitios puntuales en los que se detectaron problemas graves de hundimientos o en las zonas en las que, con base en los estudios realizados la estructura de la vía no cumplió con las especificaciones y/o normativa vigente para que los trenes circulen con seguridad y confort”, y con base en los resultados se realice un proyecto definitivo de cambio de vía.
Previo a la entrega de este dictamen, se dio a conocer también el “Informe sobre la inspección física nivel 1 del tramo elevado de la Línea 12 del Metro”, elaborado por el CICM. Ambos documentos se liberaron un día después de que se presentó el dictamen preliminar elaborado por la empresa noruega DNV, que apunta a deficiencias constructivas de origen en el tramo elevado a cargo de Carso Infraestructura y Construcción S.A. de C.V. (CICSA), brazo constructor del empresario Carlos Slim Helú.
Dicho informe señaló que, de la revisión ocular del viaducto elevado, en el 68% hay vulnerabilidades grado C, que corresponden al tramo construido por ICA, y en el 32% las vulnerabilidades fueron grado B, correspondientes al tramo CICSA. No se detectaron afectaciones grado A en ningún tramo.
En el tramo construido por Carso se hallaron soldaduras cuestionables, separación insuficiente de vigas, columnas con fisuras superficiales en columnas, trabes y cabezales, diafragmas desalineados en trabes de acero e inconsistencias en atiesadores horizontales.
De acuerdo con el ingeniero Bernardo Gómez González, coordinador del Comité Técnico de Seguridad Estructural del CICM, quien presentó el informe, las vulnerabilidades grado B implican la necesidad de una revisión nivel 2 o 3, que requiere equipo especializado, y acciones correctivas o preventivas inmediatas para evitar riesgos futuros.
FUENTE/FORBES