¿Cuántas veces ha recibido una multa de Tránsito?
En mi caso, ninguna. ¿Por qué? Traigo mis documentos en regla, a la mano, evito infringir la Ley ¡ah! hasta traigo mis papeles de Seguro por Daños a Terceros… pero de acuerdo a las nuevas disposiciones que anunció el Gobernador, le pregunto a la Mujer si ya no será necesario pagar por ese Seguro, lo que implicaría un ahorro enorme para mi bolsillo si ya la Ley me exenta de él… ahora, lo que tengo que hacer es estar más avispado con los peatones que salen a media calle, entre vehículos y hoy, muy de moda, abstraídos en sus audífonos o chateo por celular. ¡Y ni se diga los viejitos! Hay algunos que estoy seguro, perdieron la percepción de tiempo, distancia, velocidad, y cruzan las calles con una bendición previa… por eso amo mis 40 km por hora… sí, conduzco a la antigüita una moto con dos bujías.
II
El “ajuste” que hizo el gobernador Javier Duarte de Ochoa al Reglamento de Tránsito evidencia una cosa: la mayoría de nuestros diputados locales y actuales no piensan en los ciudadanos.
Cuando se dice “la mayoría”, no hablo de cantidad, sino de su especie, es decir: priistas, verdes, nueva alianza, que juntos, alzando sus manitas, hacen que reglamentos como el que provocó cantidad de malestar ciudadano, se vuelvan una ofensa o un insulto para la sociedad que a su vez devuelve con la misma moneda el insulto y la ofensa a la autoridad inmediata que no es precisamente el Congreso local, sino el Gobernador.
III
Le dan la paternidad de este Reglamento al diputado Adolfo Ramírez Arana. Incluso, los insultos para con él fueron muy fuertes. Difiero. Creo que Ramírez Arana no debió ser merecedor de estas ofensas por una simple y sencilla razón: se le daría mucho crédito tan solo pensar que este diputado es capaz de generar un Reglamento aun con todos sus errores y alcances punitivos exorbitantes.
Tengo la ligera sospecha de que Ramírez Arana sólo fue el vehículo para que dicho reglamento llegara al Congreso. Sí, estoy de acuerdo, eso no lo exenta de que al menos lo hubiera leído.
Pero démosle el beneficio de la duda y supongamos que es un diputado recontrasuper-ocupado… pero tiene asesores y si este Reglamento llegó a sus manos, lo mínimo que pudieron haber hecho estos empleados del Diputado, era revisarlo y adecuarlo a una realidad socioecónomica veracruzana.
Pero tal parece que Ramírez Arana se confió en una Mayoría que no escucha el sentido común, la voz de la sociedad y mucho menos a la oposición aunque tenga la razón pero no los votos.
Pero no es sólo Ramírez Arana… son todos y cada uno de los diputados que aprobaron una serie de disposiciones que lejos de buscar la seguridad y tranquilidad de los veracruzanos, parecía una desesperada y ávida intención de recaudar, vía multas, a costa del ciudadano.
IV
Sí, podemos estar tranquilos… ya se hizo algunas adecuaciones al Reglamento de Tránsito… ya salió el Gobernador a enmendar la plana a un Congreso local que más bien parece sucursal de Palacio de Gobierno… pero, ¿podemos estar tranquilos los ciudadanos cuando tenemos a unos “representantes populares” que en su mayoría (explicado el término “mayoría” al inicio), sólo buscan complacer al Poder Ejecutivo sin chistarle nada? ¡Claro que no! lamentable que esos ajustes no se hagan igual en estos diputados tan cerca de su Gobernador pero tan lejos del pueblo.