Son pocos pero significativos. A ojo de buen cubero, tenemos tres: Tomás Carrillo Sánchez, Marcos Castillo, Iraís Morales y si gusta apuntarlo, Renato Alarcón Guevara que se cuece aparte. El primero, ex delegado de Migración; el segundo, ex subdelegado en Sedesol; la tercera, ex de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), junto con Renato Alarcón, ex delegado del Issste y actualmente el encargado de coordinar los esfuerzos en aras de que ganen no sólo éstos, sino más de un centenar de priístas (agregue los que van en alianza con el PVEM) en estas próximas elecciones municipales. Los cuatro citados vienen de la cuadra federal.
II
¿Qué significativo puede ser el resultado de estos tres candidatos a las alcaldías de Cosamaloapan (Tomás Carrillo), Alto Lucero (Marcos Castillo) y Tantoyuca (Iraís Morales)? Se podría decir que si ganan, las delegaciones federales (todas, no sólo las que se circunscriben en el entorno de los hoy candidatos) realmente están trabajando y lo mejor, los beneficios de la federación están llegando a quienes tienen que llegar.
¿Que trabajaron para su beneficio vía programas federales? Bueno, a veces los programas o acciones de las autoridades tienen doble beneficiario: El que recibe… y el que entrega. De eso se trata a veces este juego de la política. Y el fenómeno se repite en el ámbito estatal y municipal. Baste observar de dónde salen la mayoría de los candidatos. ¡Suertudo el que gane con su carisma solamente!
III
En lo particular, no dejan de ser Cosamaloapan, Alto Lucero y Tantoyuca tres pequeños laboratorios pero interesantes.
En el primero, la competencia, curioso, no es el PAN-PRD, sino Nueva Alianza, con Juan René Chiunti, quien no conoce la derrota electoral en las veces que ha participado. Creo que ya lo habíamos comentado aquí en alguna ocasión, que antes de Tomás, la opción del PRI era el ex diputado local pero éste, en un acto de “agradecimiento”, decidió apostar sus canicas por el Panal. Que conste, no implica que sea Tomás plato de segunda mesa…
En Alto Lucero se repite la misma historia en términos de competitividad, porque el candidato a vencer es de Nueva Alianza. Es un trabuco difícil Javier «El Sapo» Castillo… no por su arraigo, simpatía, carisma, sino por su “generosidad”, pues cuentan que suelta el “varo” a lo bestia para ganar adeptos… sí, literal: ¡regala dinero! Aquí, Marcos Castillo ha de demostrar el porqué bajaron del caballo a Marilda para darle la montura a él.
Por último, Tantoyuca, donde el enemigo a vencer no es el PAN, sino un cacicazgo concentrado en la familia del actual secretario de Sedarpa, Joaquín Guzmán Avilés, quien su hermano, Amado, es el que compite por la alcaldía. Iraís Morales tiene un reto complicado, quizás más pesado que el de Tomás y Marcos.
Habrá que ver los resultados y si bien son pocos los ex funcionarios federales que se la juegan en esta contienda municipal, no dejan de ser un termómetro, chiquito, pero termómetro al final de cómo han trabajado no sólo estos ahora ex delegados federales, sino el resto de sus entonces compañeros.
IV
El caso de Renato Alarcón Guevara es especial. Ya lo dijimos acá: El primer presidente del PRI en Veracruz haciéndola de oposición y quizás el presidente que pase a la historia, junto con Miguel Ángel Yunes Linares y Amadeo Flores Espinosa, en cuestión de derrotas… le ponen 30 ó 35 a ganar… si logra el doble, será un triunfo… si alcanza las 70 alcaldías, será la gloria.
IV
Funcionaria de Prospera da “presentes” de candidato
Mientras celebraban el diez de mayo un grupo de vocales del Programa Prospera, convocadas por el agente municipal de la comunidad de San Francisco Atitla, de la congregación Tlanecpaquila, en Zongolica, se hizo “el aparecido” el candidato del PVEM, Benito Aguas Atlahua, quien tomó la palabra y dio un discurso ante el enfado de las presentes.
El candidato se hacía acompañar por su comitiva, donde destacaba una mujer de nombre Tanya, a quien identifican como enlace municipal de Prospera. El candidato se retiró pero se quedó Tanya, quien de inmediato buscó a las vocales porque “les traía un presente” que era en su mayoría, camisas del PVEM así como tazas del candidato.
Para las vocales, esto configura un delito y en especial por parte de la señora Tanya pues siendo funcionaria, “no se tiene que mezclar con los partidos” por pertenecer a un programa federal.