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La red social alerta de que una diatriba del presidente de EE UU contra el voto por correo es desinformación. Trump amenaza con cerrar las redes sociales por “ahogar la libertad de expresión”
El uso de Twitter que hace el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para propagar mentiras, insultos y desinformación no ha encontrado nunca el límite, hasta hoy. La red social ha decidido por primera vez calificar una serie de tuits de Trump como información dudosa. Lo hace poniendo una advertencia debajo del tuit en la que recomienda a los usuarios buscar información contrastada sobre lo que se está diciendo. Twitter ha actuado después de una diatriba desquiciada del presidente contra los planes de California de ampliar el voto por correo en caso de que la pandemia de la covid-19 impida celebrar las elecciones de noviembre con normalidad.
Dos horas después de que la red social actuara contra la cuenta del presidente, Trump ha tuiteado: “¡Twitter está reprimiendo completamente la LIBERTAD DE EXPRESIÓN y yo, como presidente, no permitiré que ocurra!”. Las mayúsculas son suyas.
El enfado y las amenazas continuaron en la mañana del miércoles. En medio de una docena de tuits sobre un par de conspiraciones que trata de promover estos días, el presidente de Estados Unidos amenazó con censurar las redes sociales. “Los republicanos tienen la impresión de que las plataformas de redes sociales silencian totalmente las voces conservadoras. Vamos a regular estrictamente, o cerrarlas, antes de permitir que esto suceda. Vimos lo que intentaron hacer, y fallaron, en 2016”. La estrategia de redes sociales de Trump en 2016 fue fundamental para su promoción como candidato y para movilizar grupos de votantes no detectados en las encuestas.
Twitter comenzó este año a poner límites a la desinformación en la red a través de un sistema de advertencias. Hasta ahora lo ha utilizado para señalar bulos y manipulaciones y más específicamente, desde mayo, combatir los bulos sobre la pandemia de la covid-19. Cuando detecta un tuit con información dudosa o no contrastada, pone un enlace debajo que dice “conoce los hechos” y que remite a información oficial.
La actividad tuitera de Trump ha comenzado este martes con una serie de tuits clamando contra el gobernador de California. El Estado más poblado del país anunció a principios de mayo que, ante la posibilidad de que un rebrote de la covid-19 en otoño ponga en peligro la celebración de las elecciones presidenciales con normalidad, iba a enviar material para votar por correo a todos los electores registrados.
Trump ha tuiteado (las mayúsculas son suyas): “NO HAY MANERA (¡CERO!) de que los votos por correo sean otra cosa más que básicamente fraudulentos”. Ha añadido que el gobernador “va a enviar votos a millones de personas… Cualquiera viviendo en el Estado”. Y además ha dicho: “Le seguirán profesionales que le van a decir a toda esa gente, muchos de los cuales ni habían pensado en votar, cómo y por quién votar. Esta va a ser una elección trucada. ¡De ninguna manera!”.
Las afirmaciones de Trump han provocado la indignación en el Estado y el estupor de Twitter. El voto por correo se va a expandir a los electores registrados, únicamente, y a nadie más. Además, el plan de la autoridad electoral es una especie de seguro de último recurso en caso de que no se pueda votar en persona, que sigue siendo la prioridad. La orden del gobernador es estar preparados para poder enviar una papeleta a todo aquel que no pueda ir a votar, que podría llegar a ser una gran parte de la población según evolucione la pandemia, no sustituir las elecciones en persona por elecciones por correo.
Alrededor de seis horas después de estas afirmaciones, ha aparecido una advertencia debajo de los tuits de Trump. “Conoce los hechos sobre el voto por correo”. El enlace remite a informaciones de grandes medios de EE UU en las que se explica por qué es una falsedad. Aparte, Twitter expone en tres puntos escuetos por qué las afirmaciones del presidente son falsas.
El movimiento de Twitter llega en un momento de especial virulencia de Trump en la red. El presidente, cada vez más cercado por una gestión tardía y desordenada de la crisis del coronavirus, que está a punto de llegar a la simbólica cifra de 100.000 muertos en el país, lleva días atacando a todo tipo de enemigos reales e imaginarios a través de la red social. Primero, ha intentado llamar la atención, con poco éxito, sobre una teoría que él ha bautizado como Obamagate y que consiste en una versión actualizada del bulo de que la Casa Blanca espió su campaña electoral. En los últimos días ha intentado además promover otra teoría conspirativa sobre un viejo enemigo, el periodista y exrepublicano Joe Scarborough. El bulo dice que Scarborough estuvo involucrado en la muerte de una asesora suya cuando era congresista por Florida. El viudo de la fallecida ha escrito a Twitter pidiendo que borre los tuits de Trump sobre este asunto por el dolor que le provocan. Twitter se ha negado.