El hallazgo tuvo lugar hace tres semanas en Beit Yanai, en Israel. Los arqueólogos creen que hay más de 40 toneladas de mármol que provienen del naufragio más antiguo conocido en el Mediterráneo oriental
Un nadador descubrió un tesoro de columnas de mármol de 1.800 años de antigüedad en el mar Mediterráneo junto a la costa de Israel, que se presume eran el cargamento de un barco que se dirigía a un puerto romano.
El hallazgo tuvo lugar hace tres semanas en Beit Yanai, al norte de Tel Aviv, donde Gideon Harris estaba nadando a escasos 200 metros de la orilla de la playa.
Según la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA) este cargamento naufragado en el mar es el más antiguo de su clase conocido en el Mediterráneo oriental.
El arqueólogo del IAA Kobi Sharvit dijo al Times of Israel que las columnas forman parte de unas 44 toneladas de bloques de mármol que parecen proceder de un barco que se dirigía a un puerto romano -posiblemente Ashkelon o Gaza- para descargar su preciado cargamento.
Las exploraciones submarinas preliminares del yacimiento han descubierto que la bodega del barco incluía capiteles corintios decorados, otros capiteles parcialmente tallados, así como un enorme arquitrabe o dintel de puerta de mármol de 6 metros.
“A partir del tamaño de los elementos arquitectónicos, podemos calcular las dimensiones del barco; estamos hablando de un buque mercante que podía llevar una carga de al menos 200 toneladas”, dijo Sharvit.
No hay restos visibles del barco en el fondo del mar, dijo el especialista.
El equipo de Sharvit ya ha enviado muestras de mármol a un laboratorio para que las analicen y confirmen el origen del lujoso material de construcción. Según declaró a The Times of Israel, lo más probable es que procediera de Turquía o Grecia.
Los arqueólogos han datado el hallazgo a mediados del siglo II d.C. basándose en la tipografía arquitectónica y en fuentes históricas romanas que citan el uso del preciado mármol como material de construcción.
El mármol estaba destinado a un proyecto de construcción de élite, dijo Sharvit, porque en esta época, incluso la opulenta ciudad portuaria romana de Cesarea las construcciones se realizaban con piedra local recubierta de estuco de yeso que daba la apariencia del mármol.
El hallazgo de este cargamento también ayuda a los investigadores a despejar la incógnita histórica de si el mármol se moldeaba y acababa antes de su transporte o una vez colocado en el lugar de construcción.
“El hallazgo de este cargamento resuelve la cuestión, ya que es evidente que los elementos arquitectónicos salieron de la cantera como materia prima básica o como artefactos parcialmente trabajados, y que fueron moldeados y acabados en la obra, bien por artistas y artesanos locales, bien por artistas que fueron traídos a la obra desde otros países, de forma similar a los artistas especialistas en mosaicos que viajaban de una obra a otra siguiendo proyectos encargados”, explicó Sharvit.
Los arqueólogos esperan encontrar más detalles y restos en una excavación submarina que empezará la próxima semana junto con estudiantes de la Universidad de Rhode Island. Sharvit dijo que espera descubrir monedas y posiblemente también restos del barco naufragado, aunque la mayor parte de la madera procedente de naufragios similares era arrastrada a la costa por las olas y recogida por los lugareños para su reutilización.
Según Sharvit, la formación del yacimiento también da pistas sobre el rumbo del barco. Las enormes losas de mármol están colocadas de una forma específica, reflejando cómo se habrían colocado en la bodega del barco. Por la distribución de las losas, Sharvit cree que el barco levó anclas mientras hacía agua, probablemente durante una tormenta en la costa.
“Estas tormentas suelen desencadenarse repentinamente a lo largo de la costa del país”, explicó Sharvit. “Debido al limitado potencial de maniobra de los barcos, a menudo eran arrastrados a aguas poco profundas y naufragaban”.
Con información de: Crónica de Xalapa