Virus oropouche preocupa a México: OPS lo califica de ‘alto riesgo’ regional

Virus oropouche preocupa a México: OPS lo califica de ‘alto riesgo’ regional

Sin tratamiento ni vacuna, el virus Oropouche es un riesgo creciente, causando meningitis y presentando síntomas similares a dengue y malaria

El Estado de México, a través del Centro Estatal de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades, entre otras instituciones de gobierno en el país, mantienen vigilancia a la alerta epidemiológica ante el reciente incremento de casos de fiebre de Oropouche en la región de las Américas, según informes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Este virus, que ha mostrado un preocupante aumento en su diseminación y gravedad, ha elevado el nivel de riesgo en la región a “Alto”, debido a los “recientes y preocupantes” cambios observados en las características clínicas y epidemiológicas de la fiebre de Oropouche, como señala la OPS en el documento Evaluación de Riesgos para la salud pública relacionada con el virus Oropouche (OROV) en la Región de las Américas.

De acuerdo con el organismo, dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el alza en la alerta se debe al reciente aumento y la expansión de casos en nuevas áreas fuera de las regiones previamente consideradas endémicas para OROV, al primer reporte de muertes asociadas a la infección y la identificación de posibles casos de transmisión vertical relacionados con muertes fetales y microcefalia en recién nacidos.

¿Qué es el Virus Oropouche?

El virus Oropouche (OROV) es un arbovirus que se transmite principalmente a través de la picadura del jején Culicoides paraensis. Aunque la fiebre de Oropouche suele presentar síntomas leves como fiebre, dolor de cabeza y dolores musculares, recientemente se han reportado complicaciones graves, incluyendo casos de meningitis y, de manera inédita, muertes asociadas a la infección.

Expansión y nuevos casos

Hasta finales de julio de 2024, se han confirmado más de 8,000 casos de fiebre de Oropouche en países como Brasil, Bolivia, Colombia, Cuba y Perú. De particular preocupación es la expansión del virus a áreas que anteriormente no se consideraban endémicas, lo que sugiere una propagación geográfica del vector responsable. Brasil, con más de 7,000 casos reportados este año, también ha documentado las primeras muertes atribuidas al virus.

Preocupación por la transmisión vertical

Una de las mayores preocupaciones actuales es la posible transmisión vertical del virus, es decir, de madre a hijo durante el embarazo. En Brasil, se están investigando varios casos de microcefalia y muertes fetales asociadas a la infección por OROV. Este fenómeno, similar a lo observado con el virus del Zika, está bajo intensa investigación y ha sido uno de los factores clave para elevar el nivel de riesgo en la región.

Aunque las complicaciones graves son raras, se han descrito casos de meningitis aséptica, especialmente durante grandes brotes. Las manifestaciones neurológicas clínicamente definidas, como la meningitis, se han registrado en estos escenarios, lo que resalta la potencial gravedad de la infección en determinados contextos epidemiológicos.

No hay tratamiento ni vacuna

Es importante destacar que hasta la fecha no se ha documentado la transmisión directa del virus de persona a persona. Además, no existe un tratamiento ni vacuna específicos para OROV, lo que significa que la atención médica se centra en el manejo y control de los signos y síntomas presentados por los pacientes.

¿Qué dice la OPS?

La OPS ha instado a los países a fortalecer la vigilancia epidemiológica y a implementar pruebas de laboratorio más específicas para identificar y caracterizar los casos de Oropouche. Esto es crucial, dado que los síntomas de OROV pueden confundirse fácilmente con los de otras enfermedades comunes en la región, como el dengue o el chikungunya, lo que podría llevar a una subestimación de la verdadera carga de la enfermedad.

Importancia de la prevención

Dado que no existe una vacuna ni tratamiento específico para la fiebre de Oropouche, la prevención es la principal estrategia para controlar su propagación. Las recomendaciones incluyen medidas de protección personal, como evitar áreas con alta concentración de vectores y eliminar posibles criaderos, especialmente en zonas rurales y periurbanas.

Con información de: Crónica de Xalapa

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