Yunes vs. Duarte, Veracruz, elección sin esperanza

Yunes vs. Duarte, Veracruz, elección sin esperanza

La tercera entidad más poblada del País renovará Gobierno, Congreso y Alcaldías. Las opciones son el retrato fiel de su historia política: el choque de grupos cuyas cabezas encarnan corrupción e impunidad|
EN LA PARED BLANCA había una leyenda: “¡Rescatemos Veracruz ya!”, y los logotipos del PRD y el PAN la rodeaban. Al lado, una pro­yección, y enfrente, Miguel Ángel Yunes Linares, candidato de esta coalición al Gobierno del Estado, informaba a los reporteros que la mañana de ese día había presentado una denuncia penal en contra del Gobernador Javier Duarte de Ochoa y funcionarios de su gabine­te por lavado de dinero, evasión fiscal y enriquecimiento ilícito. Era el 3 de abril.
Videos difundidos en YouTube muestran en pantalla un acta. “Esta es la denuncia que se presentó ante la fiscalía de Veracruz, la carpeta de investigación es la 1135 de 2016. Nos robaron 35 421 millo­nes de pesos en los últimos tres años”, afirmó Yunes en el primer día de la campaña electoral.
Esa misma jornada, otra noticia opacó la denuncia del panista: los Panamá Papers revelaron cómo políticos y empresarios del mundo utilizan bancos y empresas fachadas en paraísos fiscales para ocultar sus activos. El hijo menor de Yunes, Omar Yunes Márquez, de acuerdo con la investigación periodística, es uno de los mexicanos asesorados por el despacho panameño Mossack Fonseca. Intentó crear un fidei­comiso en Nueva Zelanda en un posible intento de evasión fiscal.
Duarte, por su parte, continuó defendiéndose de las acusaciones en su contra. Dijo a un grupo de reporteros: “Somos una familia honorable, tengo una sola cuenta bancaria en la que se deposita mi salario. De ahí vive mi familia, pago mis gastos, las colegiaturas de mis hijos… ahorro un poquito para mi retiro”. También atacó a Yunes. El 4 de abril escribió algunos mensajes vía Twitter (los cua­les posteriormente borró): “Miguel A. Yunes está involucrado en el mayor escándalo internacional de lavado de dinero en la historia #PanamaPapers. ¡Que sinvergüenza!” y,“La filtración de #Panama­Papers revela tráfico de fortunas de políticos, entre ellos Miguel A. Yunes para lavar dinero”.
A poco más de un mes de las elecciones en Veracruz, expertos consultados por Newsweek en Español opinan que el trasfondo de las acusaciones Yunes-Duarte no es destapar la corrupción en el estado. Para Vidal Romero, jefe del Departamento de Ciencia Política del ITAM, el verdadero propósito es “tirar a matar para no perderlo todo. Es un asunto de: me dices corrupto y yo digo que tú eres más. En el lodo todos somos cerdos. Esta es una elección de dos, no hay un tercero”.
La campaña electoral comenzó hace menos de un mes en Ve­racruz, la tercera entidad más poblada del País, con más de 8 millones de habitantes, según la encuesta intercensal del Inegi de 2015. Esto significa que es uno de los estados con mayor número de electores rumbo a 2018, cuando celebrará de nuevo elección de Gobernador, por un decreto excepcional de la Suprema Corte cuyo propósito es emparejarla con la próxima votación federal.
La enérgica disputa entre los grupos po­líticos de Yunes y Duarte se entiende porque “gobernar Veracruz implica apropiarse de un jugoso botín político”, explica el soció­logo Saúl Arellano, integrante del Centro de Estudios e Investigación en Desarrollo y Asistencia Social A. C.
“Como la próxima elección de Gobernador será en dos años, lo que hoy se pelea es quién controlará el proceso político electoral 2018. Quien lo consiga tendrá a  disposición recursos, presupuesto y todo lo que implica un gobierno de estas magnitudes.
Las denuncias
Los medios informaron que Yunes Linares delató la existencia de 14 denuncias penales presen­tadas ante la PGR contra 40 funcionarios del Gobierno del estado, por más de 11 mil millones de pesos.
“Todo esto no lo hace una sola persona”, concluyó el panista en una conferencia.
“Tiene que haber una red de complicidad y esta es la que hemos detectado”.
Los periódicos y sus portales web se encargaron de difundir los detalles de la denuncia. Duarte contaría con 36 prestanombres, entre familiares y colaboradores, con los que el Gobernador habría adquiri­do diversas propiedades en México y en el extranjero.
De ser cierto, Duarte posee al menos 25 inmuebles ilícitamente adquiridos con un valor superior a los 3 mil millones de pesos. Entre los testaferros figuran Moisés Mansur Cysneiros, viejo amigo del Go­bernador, socio de la Inmobiliaria Cartujano y, según Yunes, el cons­tructor de algunos de los inmuebles; también José Antonio Mansur Beltrán, delegado de la Secretaría de Economía estatal.
Las residencias se ubican en Veracruz, Ciudad de México, Estado de México, Estados Unidos y España.
“Si gano la Gubernatura, no negociaré la impunidad de Duarte a cambio de apoyos económicos para Veracruz”, afirmó Yunes  Linares a los periodistas.
El investigador Vidal Romero dice que “el Gobernador ha pasado a ser indefendible. Ni Héctor Yunes Landa, el candidato del PRI a Go­bernador, se atreve a defenderlo. Este es un escenario con un montón de políticos con historias, algunas más turbias que otras, pero ningu­no es paladín de limpieza y  democracia. Yunes va con todo en contra del Gobernador. Le van a seguir escarbando y veremos más cosas”.
La pregunta es, indica el profesor, ¿cuán­to van a influir estas declaraciones en las elecciones? “Será menos de lo que ambos suponían”, dice.
El escándalo de Los Porkys, los periodis­tas asesinados, restarle recursos a la Univer­sidad de Veracruz, los secuestros en Tierra Blanca y las violaciones a los derechos hu­manos -opina Romero- “contribuyen más a darnos cuenta del ambiente de impunidad y corrupción en el estado. Que si Duarte tiene una casa aquí o en el extranjero no afecta en la decisión del electorado como lo hacen estos casos o la deuda pública estatal, al doble que hace seis años. Va a ser un pro­blemón en el corto plazo. Hay una actitud de desdén en Duarte y eso lo perjudicará a él y su partido”.
Una denuncia parecida a la realizada por Yunes Linares fue presentada en su contra, pero hace tres años. El autor, Manuel Espino, ex presidente del PAN, lo acusó ante la PGR del delito de enriquecimiento ilícito.
Espino presentó a mediados de 2013 “pruebas sobre la diferencia entre los ingre­sos que Yunes Linares recibió por su trabajo como funcionario y el valor de sus 36 propiedades, localizadas en Veracruz, la Ciudad de México, Estados Unidos y Euro­pa”. No hubo repercusiones legales.
El 4 de abril, Yunes Linares negó en un programa de radio que su hijo esté involucrado en el escándalo Panamá Papers.
Aprovechó el momento para defenderse: “Yo no tengo presta­nombres, tengo declarados mis bienes”. Y luego cambió el tema: “Hablemos de los Veracruz Papers. Nos pasamos tres años investi­gando adónde habían ido estos miles de millones desviados de Ve­racruz y que Auditoría Superior detectó: más de 35 mil millones de pesos en tres años”.
Apenas el 18 de abril, Univisión reveló una conversación entre Yunes Linares y su hijo Omar, en la cual discuten sobre una com­pra inmobiliaria en Nueva York por un monto de casi 58 millones de dólares.
La cadena de televisión consultó a Yunes Linares, quien negó que qui­siera adquirir una propiedad en la ciudad estadounidense.
“Es ab­solutamente falso, nunca he hablado de comprar un inmueble. Les rogaría que tomen nota de que estamos en una campaña electoral y hay una guerra sucia terrible”, indicó.
Omar Yunes, sin embargo, dijo que la conversación “se trataba de una operación inmobiliaria”, pero “no involucraba dinero de la familia”.
Según el empresario, era “parte de un negocio para otros inversionistas” que lideró en Estados Unidos a través de su empre­sa Atma Real Estate Development.
El experto en comunicación política Carlo Varela opina que, aunque Yunes lo niegue, “no podemos creer en su inocencia o que su hijo no está envuelto en el caso Mossack Fonseca. Con los antecedentes familiares, ¿cómo? La riqueza de Miguel Ángel fue exhibida y no pasó nada. Parece que está vacunado contra eso. Para nadie es desconocido que es corrupto. El electorado da por hecho que es cierto y que así son las cosas. Como los priistas, todo el mundo sabe que ‘son corruptos, pero reparten dinero’”.
Tronco común
Veracruz es un poderoso botín político, como dice el sociólogo Saúl Arellano, pero también lo es en términos económi­cos y financieros.
 ¿Así se explica la fortuna de Duarte? —le pregunto.
Y la que antes obtuvo Fidel Herrera y la de los también ex go­bernadores Patricio Chirinos, Fernando Gutiérrez Barrios… Y así podemos seguir con todos los nombres emblemáticos del estado, clave por su economía formal. Ahí está el puerto de Veracruz, el más relevante del país en el Golfo de México y el segundo en tran­sacciones económicas.
“Esto habla de la magnitud del asun­to -precisa Arellano-. Veracruz tiene una economía diversificada, gran parte centrada en el puerto, por importaciones y expor­taciones, pero también posee enclaves fundamentales: lo petrolero y ganadero”.
Se espera que el PIB de Veracruz crezca aceleradamente tras la apertura del puerto de Tuxpan, que se convertirá en la segunda salida más grande de mercancía del país en su lado del Atlántico, donde conecta con Estados Unidos y Europa.
Cifras explican también, dice el experto, la contienda Yunes-Duarte, dos per­sonajes políticos que provienen del mismo tronco: el del viejo PRI y sus complicidades.
Yunes Linares, de 63 años, oriundo de Soledad, Veracruz, y abogado de profesión, comenzó su carrera política en el priismo. En la década de 1990 fue Secretario de Gobierno del ex Go­bernador de Veracruz Patricio Chirinos, el consejero político más importante durante el periodo de Carlos Salinas de Gortari.
El ex Presidente lo hizo Gobernador y Chirinos comenzó a gobernar el estado indirectamente a través de Yunes Linares.
El consultor político Carlo Va­rela recuerda que al hoy panista se le acusó de represor en aquel momento. La Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió al menos 17 recomendaciones en materia de violación a derechos humanos.
Yunes Linares quería ser Gobernador desde que era Secretario de Chirinos, pero el PRI eligió en 1998 al empresario Miguel Alemán. “Este era un cuadro importante para Televisa y su partido. Además, Yunes perdió por su fama represiva. Eso lo marginó”, dice Varela.
Cuando se convirtió en diputado federal, pasó a formar parte del grupo político de Elba Esther Gordillo. “Miguel Ángel es hombre hecho a imagen y semejanza de la maestra. Creció bajo su amparo y cobijo”, indica Saúl Arellano. Al romper Gordillo con el PRI, Yunes Linares se refugió en el PAN y ocupó algunos cargos con Vicente Fox.
“A partir de ahí se vinculó con panistas como Rafael Moreno Valle, actual Gobernador de Puebla -dice el sociólogo-. Moreno, Elba Es­ther y Yunes operaron en la creación del Partido Nueva Alianza”.
La carrera de Yunes Linares creció con Felipe Calderón. Gordillo, su parti­do y él “apoyaron su candidatura presidencial. Después, la ex dirigente del SNTE y Calderón lo nombraron director del ISSSTE, ella giraba las instrucciones”, indica Carlo Varela.
Por ello, hace seis años logró impulso político y la candidatura del PAN a Gobernador de Veracruz. Obtuvo un resultado importante: casi 41 por ciento de los votos, una cifra inesperada para el panismo. “Gra­cias a sus nexos, Yunes formó una estructura propia en el estado que hoy maneja y opera. Él es la cabeza”, explica Arellano.
Desde la década pasada, el panista ha sido noticia. En 2005, en el libro Los demonios del Edén, la periodista Lydia Cacho acusó a los empresarios Jean Succar Kuri y Kamel Nacif Borge de encabezar una red de pederastia con la protección de políticos, entre ellos el actual candidato del PAN, entonces diputado federal.
En 2013, cuando Manuel Espino lo acusó de enriquecimiento ilícito, Reporte Índigo publicó una investiga­ción sobre las inexplicables ganancias de su hijo Omar, cuyo nombre sonó de nuevo en los Panamá Papers y en el audio difundido por Univisión.
‘Duarte es una hechura de Fidel Herre­ra’
Javier Duarte es también abogado. Nació en la ciudad de Veracruz y, antes de convertirse en la autoridad número uno del estado, no des­tacaba en política. Fue el secretario particular de Fidel Herrera cuando éste ocupaba una curul en la Cámara de Diputados. Al conver­tirse en Gobernador, lo nombró su secretario de Finanzas. Después, durante un año, fue diputado federal.
Hace seis años, Herrera impuso a Duarte como candidato y, con ello, “desplazó a los priistas tradicionales”, explica el consultor Carlo Varela.
Duarte, de 37 años entonces, no era un cuadro del PRI, lo que ocasionó una fractura interna. Herrera lo eligió su sucesor porque ambicionaba gobernar a través de él, deseo de todo político cuando se separa de algún cargo público relevante. Pensó que sería manejable y se equivocó.
“Duarte es una hechura de Fidel Herre­ra, también con una fama pública negativa. El Gobernador guardó distancia de Herrera de manera clara y fuerte. Se rebeló. Inició la formación de una clase política propia, o intentó al menos construir su propia red”, comenta el sociólogo Saúl Arellano.
Vidal Romero complementa: “Aunque se formó con Herrera, este no movió los hilos durante la actual administración. El Gober­nador está fuera de control. Dudo que esto sea algo orquestado por un grupo político: él llegó a un estado tradicionalmente impune y comenzó a hacer barbaridad y media. Y como no hay contrapesos efectivos en el esta­do, suceden estas tragedias”.
Romero se refiere a las acusaciones que ha recibido Duarte prácticamente desde que comenzó su administración, sobre todo en materia de violaciones de derechos humanos y asesinatos de periodistas.
A principio de marzo, el PAN, tras las ob­servaciones de la Auditoría Superior, interpu­so ante la Cámara de Diputados una demanda de juicio político en su contra “por los actos y omisiones que han afectado los intereses pú­blicos fundamentales del pueblo de Veracruz”.
Un par de semanas después, los dipu­tados del PRI y Partido Verde integrantes de las comisiones de Gobernación y Justicia y Puntos Constitucionales la declararon “improcedente por ser de índole electoral”. Concluyeron el proceso.
El Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, dijo el 8 de abril que “esperará a que el Gobernador Javier Duarte de Ochoa termine su mandato”. Según él, será entonces cuando realice una eva­luación de su administración.
Disputa por control
En una entrevista, siendo aún precandidato del PRI al Gobierno de Ve­racruz, Héctor Yunes Landa afirmó que si él gana la próxima elección “irá a la cárcel todo aquel que lo merezca, incluyendo al hoy Gobernador”.
Este Yunes Landa, nativo de Soledad, es, como su primo Miguel Ángel, un viejo priista. Milita en el partido desde 1977, según su página web. Ha ocupado diversos cargos dentro de la estructura tricolor y es actual senador con licencia.
“Héctor fue apoyado por Manlio Fabio Beltrones y el PRI nacional para obtener la candidatura”, señala Varela. “Los asesores de Héctor le aconsejan guardar distancia de Duarte. Como estrategia política, quie­re hacer creer al electorado que lo va a meter a la cárcel, pero no tiene credibilidad: viene del mismo partido”.
Miguel Ángel Yunes Linares, candidato de la coalición PAN-PRD, es seis años mayor que su primo Héctor, abanderado del PRI, y comenzó antes que éste su carrera política en el tricolor, aunque después dejó este partido.
¿Quién es el Yunes favorito?, cuestiono al consultor
Al principio, Héctor era el mejor posicionado. Tenía su pro­pia imagen. El PRI no iba a postular a alguien que figurara en el gobierno de Duarte, pues el electorado iba a asociarlos. Pero los votantes le van a cobrar a Héctor los malos niveles de aprobación del actual Gobernador.
“Miguel Ángel está hoy en un mejor lugar -continúa-. Tiene mayor apoyo. Sabe manejar una campaña pues ya fue candidato a la Gubernatura. A Héctor le falta carisma, empuje. Aprovechó el 2012 con Peña Nieto. Se montó en la ola, eso lo benefició, pero ahora no sabe cómo posicionarse. El otro se ve más curtido, es más politicón. Hace seis años Duarte ganó por menos de tres puntos a Yunes Linares. Este demostró tener fortaleza y estructura partidista. Sí le dio un susto al todavía Gobernador”.
Hoy, agrega Varela, la guerra “es otra vez entre dos. La pregunta es: ¿qué hará Duarte si los dos candidatos lo amenazan con cárcel? Tratar de salvar el pellejo, hacer una estructura de control de daños al interior. Creo que hay posibilidades de que llegue a un arreglo con Héctor, si gana. Es lo que ve el electorado, que no es nada tonto”.
¿Quién hizo candidato a Héctor Yunes? ¿Sólo Manlio Fabio Beltrones? – cuestiono a Arellano
El PRI genera este tipo de candidaturas con base en pactos cupulares. Sin duda, Manlio intervino, pero en un régimen tradicio­nalmente priista la decisión no pudo haberse tomado sin un acuerdo donde participaron la Secretaría de Gobernación, la misma presiden­cia y la dirigencia del partido.
“Imagínate -dice- qué tan mal está el gobierno de Duarte que de­cidieron empujar a Héctor Yunes para tratar de rescatar un gobierno en una entidad donde la ciudadanía está verdaderamente harta de las condiciones de violencia”.
Héctor nunca perteneció a la esfera política de su primo Miguel Ángel, afirma Arellano. En todo caso, tiene más rela­ción con José Yunes, actual Senador por el estado. “A estas familias las unen lazos personales, pero cada quien anda en su grupo político”, señala el sociólogo.
“Lo interesante de la campaña en el estado” , añade, “es que algunos grupos resurgieron, por ejemplo, el de Fidel Herrera e incluso el de Chirinos. La can­didatura de Héctor se nutre del regreso de ellos, que se oponían a las decisiones de Duarte. La del PRI no es una estruc­tura monolítica. Ahí conviven distintos grupos e intereses. El Gobernador no los articuló. Al revés: tuvo la capacidad de poner a todos en su contra. Ahora no sabe qué hacer”.
¿Y los grupos del PAN?
Yunes lidera hoy. Este partido en Veracruz es relevante, sobre todo en las zonas más urbanizadas: el puerto, la capital, Boca del Río y otros municipios poderosos en donde la industria de las manufacturas es importante. Los grupos de estas conurbaciones empujan a un panismo con muchas posibilidades de un buen resultado electoral, según las encuestas.
“Por eso los bandos de Duarte y Yunes se disputan el control político y económico después de que la actual admi­nistración permitió el crecimiento exorbitante del crimen orga­nizado en la entidad. Son dos grupos poderosos y amplios que pretenden la hegemonía.
“En Veracruz, estas élites políticas están vinculadas a secto­res económicos de granaderos y empresarios locales, pero tam­bién a la estructura nacional de la dinámica exportadora. Lo que se juega, insisto, es muy importante”.
El menos peor
En enero, los números aún coronaban al PRI en Veracruz. Ese mes, El Universal lanzó una encuesta que beneficiaba al partido con 18.4 por ciento de las intenciones votos. El PAN apareció como el más cercano competidor, con 12.8 por ciento.
Las preferencias han cambiado. La encuesta realizada hace un par de semanas por El Financiero coloca a Yunes Linares como el favorito, con 43 por ciento. En segundo lugar ubica a Yunes Landa con 35 por ciento de las preferencias. Atrás queda Cuitláhuac García, de Morena, con 16 puntos.
Uno de los puntos destacables de la investigación es que el 72 por ciento de los encuestados desaprueba el gobierno de Javier Duarte, sólo el 24 por ciento aprueba su gestión.
Las acusaciones y denuncias en contra del Gobernador no han parado en las últimas semanas. Decenas de médicos mar­charon el lunes 11 de abril en Coatzacoalcos para exigirle seguri­dad. Días después, la sociedad civil le exi­gió justicia para Daphne, la joven violada por Los Porkys. El 8 de abril, deportistas de alto rendimiento iniciaron un plantón frente al Palacio de Gobierno de Veracruz, demandan los 10 millones de pesos que les adeuda la administración duartista.
“Yunes no es un tipo incontrovertido, ni limpio, pero el Gobernador es un extre­mo. Cada semana, en el estado sucede algo nuevo. A pesar de todo, preveo una elección cerrada”, indica Vidal Romero.
¿Qué pasará con Duarte? 
Algo tendrá que hacer el PRI nacio­nal. Peña Nieto es uno de los protectores en estas redes de complicidades.
De acuerdo con los expertos consulta­dos, existe la versión de que en las campa­ñas presidenciales cada candidato cuenta con dos o tres gobernadores de su confian­za, quienes a través de los presupuestos es­tatales trasladan dinero para la campaña. En el caso de Peña Nieto, la leyenda dice que uno fue Duarte.
Carlo Varela señala: “¿Te acuerdas cuando dos empleados del Gobernador fueron detenidos por trans­portar en un avión oficial dos maletas con 25 millones de pesos en efectivo?”.
Se refiere al incidente ocurrido en Toluca, Estado de México, a principios de 2012. “Duarte -dice- apoyó la campaña de Peña Nieto y por eso se ha mantenido. El Gobernador incluso presume su amis­tad con el presidente. Está tan clavado en ciertas complicidades que no le pueden hacer nada a pesar de la opinión pública adversa y negativa”.
Todo el mundo opina que el PRI se va del estado
Según las tendencias de votos, sí. Héctor Yunes Landa ha resultado de lo más tibio, Duarte le pasa todo lo negativo. Yunes Linares va con ventaja. Pero no hay certezas políticas, habrá que esperar los resultados.
El consultor concluye: “Si hacen una encuesta sobre quién ha sido el peor Go­bernador, te aseguro que la respuesta se­ría Duarte, y luego Herrera. Todos tienen cola, Yunes es igual, pese a que esté arriba en las preferencias”.
Suena a que la gente votará por el menos peor, con tal de que se vayan Duarte y el PRI.
A Fidel Herrera lo vincularon con “Los Zetas”, con Duarte ha pasado de todo. La gente está enojada y ese es su razona­miento, tristemente.
Fuente: Periodico Noroeste

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