Investigadores han descubierto que comer chiles regularmente puede reducir el riesgo de muerte por enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.
El chile ha sido aclamado por sus propiedades terapéuticas durante muchos años, y ahora los investigadores han descubierto que comer chiles regularmente puede reducir el riesgo de muerte por enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.
Un estudio realizado en Italia, donde el chile es un ingrediente común, comparó el riesgo de muerte entre 23,000 personas, algunas de las cuales comieron chile y otras no.
El estado de salud y los hábitos alimenticios de los participantes fueron monitoreados durante ocho años, y los investigadores descubrieron que el riesgo de morir de un ataque cardíaco era un 40% menor entre los que comían chiles al menos cuatro veces por semana.
“Un hecho interesante es que la protección contra el riesgo de mortalidad era independiente del tipo de dieta que seguían las personas”, dijo la autora principal del estudio, Marialaura Bonaccio, epidemióloga del Instituto Neurológico del Mediterráneo (Neuromed).
“En otras palabras, alguien puede seguir una dieta mediterránea saludable, otra persona puede comer de manera menos saludable, pero para todos el chile tiene un efecto protector”, dijo.
El equipo ahora planea investigar los mecanismos bioquímicos que hacen que el chile sea bueno para nuestra salud.
Expertos elogiaron el estudio y señalaron algunas limitaciones
Duane Mellor, dietista registrada y profesora principal de la Aston Medical School en el Reino Unido, dijo que el documento es “interesante” pero “no muestra un vínculo causal” entre el consumo de chile y los beneficios para la salud.
Mellor dijo que el efecto positivo del consumo de chile observado en el estudio podría atribuirse a cómo se usan los pimientos en una dieta general.
“Son personas plausibles las que usan los chiles, ya que los datos sugieren que también usaron más hierbas y especias y, como tal, es probable que coman más alimentos frescos, incluidas las verduras”, dijo.
“Entonces, aunque los chiles pueden ser una adición sabrosa a nuestras recetas y comidas, es probable que cualquier efecto directo sea pequeño y es más probable que haga que comer otros alimentos saludables sea más placentero”.
Ian Johnson, investigador de nutrición del Quadram Institute Bioscience en Norwich, Inglaterra, también señaló que no se identificó ningún mecanismo para el efecto protector, ni los científicos descubrieron que comer más chile proporcionaba beneficios adicionales para la salud.
La ingesta de picante estimula la liberación de endorfinas, sustancias propias del cerebro que generan una sensación de placer, por lo que para algunas personas es difícil dejar de comerlo.
El chile es rico en vitaminas A y C, protege contra el colesterol y es eficaz contra las enfermedades reumáticas, por su contenido de capsaicina, sustancia que actúa como analgésico y antiinflamatorio.
Los chiles son oriundos de México, de ahí que se les conozca por su nombre en lengua nahuátl “chili” (chile), y han estado presentes en la dieta humana desde unos 7,500 años antes de Cristo, siendo uno de los cultivos más antiguos de América.