La presión arterial alta es la principal causa de muerte en todo el mundo.
La hipertensión no acostumbra a dar síntomas, por lo que se conoce como la asesina silenciosa.
El mejor tratamiento para la presión arterial alta es llevar un estilo de vida saludable.
La presión arterial alta o hipertensión es una patología del corazón que sufre un 42,6% de la población española, aunque la mayoría de personas no han sido diagnosticadas porque no acostumbra a dar síntomas, según el estudio Di@bet.es publicado en la Revista Española de Cardiología (REC).
La hipertensión, conocida como la “asesina silenciosa”, es un trastorno que eleva los niveles de la presión arterial de forma continuada o sostenida. Asimismo, se trata de la principal causa de muerte en todo el mundo: cada año mata a más de nueve millones de personas, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En España, el número de fallecimientos por hipertensión se ha duplicado en la última década.
¿Por qué es un factor de riesgo?
Según explican desde la Fundación Española del Corazón (FEC), la hipertensión incrementa la masa muscular del corazón para hacer frente al sobreesfuerzo, pero no aumenta el riego sanguíneo, lo que puede producir insuficiencia coronaria, angina de pecho y arritmias.
Además, también propicia la arterioesclerosis, fenómenos de trombosis y puede reblandecer las paredes de la aorta provocando su dilatación o rotura y, por lo tanto, la muerte.
La hipertensión no solo es un factor de riesgo cardiovascular, ya que también afecta a otros órganos. Puede producir una hemorragia cerebral, una insuficiencia renal, dolor al caminar, alteraciones de la visión y puede ser causa de impotencia en los hombres.
Tratamiento y prevención de la hipertensión
Llevar un estilo de vida saludable es el mejor tratamiento y prevención. Estos son los consejos de la FEC para bajar la presión arterial y prevenir la hipertensión:
Deja de fumar. Cada cigarrillo aumenta la presión arterial y la frecuencia cardíaca y además, las personas hipertensas multiplican los efectos perjudiciales del tabaco.
Reduce el consumo de alcohol y de cafeína. El alcohol incrementa la presión arterial y provoca otras alteraciones perjudiciales para el corazón y otros órganos. Por otro lado, la cafeína puede elevar la presión arterial hasta 10 milímetros de mercurio (mm Hg) en personas que no la consumen con frecuencia.
Controla tu peso. La presión arterial suele aumentar cuando se sube de peso. Mantenerse en un peso correcto reduce el riesgo cardiovascular y de diabetes. En general, se puede reducir la presión arterial aproximadamente 1 mm Hg por cada kilogramo de peso que se baje.
Haz ejercicio. Hacer ejercicio físico de forma regular consigue bajar la presión arterial, ayuda a controlar el peso y disminuye el riesgo cardiovascular. Hacer 150 minutos de ejercicio a la semana puede llegar a reducir la presión alta entre 5 mm Hg y 8 mm Hg.
Come de forma saludable. Las personas hipertensas deben disminuir el consumo de sal y de carnes rojas. Por contra, deben incorporar más frutas, verduras, legumbres, frutos secos, pan, cereales, aceite de oliva, aves y pescado. Asimismo, deben limitarse las grasas, lo que reduce el riesgo de colesterol y puede bajar la presión alta hasta en 11 mm Hg.